por: Víctor Ramírez “Vitico”
Jesús Enrique Colombo dio un paso muy importante en su carrera como matador de toros el pasado 12 de octubre en Las Ventas de Madrid, al cortar una oreja y quedarse a un paso (o a un pañuelo) de abrir la puerta grande, por lo tanto está escribiendo la nueva historia del toreo venezolano. La sincera actuación de Colombo en la primera plaza de toros del mundo, le sirve entre otras cosas para volver a estar presente en la mente de aficionados y empresas. Debería por lo menos, estar en alguna de las primeras ferias de la temporada europea, pues no en balde pasar en triunfo por Madrid siempre tuvo su recompensa.
Desde la salida a hombros de José Nelo “Morenito de Maracay” el 2 de agosto de 1987 cuando cortó dos orejas a su lote de Manuel Sánchez Cobaleda, ningún matador de toros venezolano había vuelto a pasear un trofeo por el ruedo venteño. 32 años, 2 meses y 9 días pasaron hasta que llegó Colombo, con una actuación valerosa, llena de entrega y con los lógicos altibajos que tiene un diestro joven.
Sin duda alguna este triunfo debe abrir las puertas al joven Jesús Enrique, que eso sí debe seguir preparándose, potenciando sus fortalezas, mejorando los fallos, haciendo oídos sordos a los que se suben al carro del éxito a “dar jabón” y no creerse nada. Tampoco los aficionados deben hacerse exageradas ilusiones sobre si le verán en todas las grandes ferias el año entrante. Las expectativas desmedidas conllevan muchas veces a la decepción, se sabe que el sistema taurino está cada vez más cerrado, con menos festejos, pero de lo que no cabe duda es que si será un pasaporte para emprender mayores empresas de cara a 2020.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario