Queremos desde aquí desearle todo lo mejor del mundo al hijo de Antonio José Ramos, que Dios le siga bendiciendo y que nuestra patrona, la Santísima Virgen de Consolación de Táriba, le cubra con su sagrado manto y llene de gozo cada paso que dé, que todos sus sueños de infancia y de juventud que están por venir, se cumplan sin reparo alguno.
Hoy orgulloso el torero de Seboruco Antonio José Ramos, que se pasea por los ruedos del Perú,dejando constancia en cada tarde de su entrega y pasión por la fiesta en honor al toro bravo, pide al Todopoderoso que siga protegiendo a toda su familia, en especial a sus hijos y en este caso en particular a Caleb, quien ve con su inocente mirada al horizonte venezolano con mucha ilusión.
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