por: José Luis Jiménez
El venidero domingo 24 de noviembre hay una cita importante en la Maestranza de Maracay. Se realizará un festival taurino de categoría con la participación de El Mito, Rodríguez Vásquez y El Califa de Aragua, quienes lidiarán novillos pura casta de la ganadería hermanos Belisario.
En los toros se suelen dar coincidencias como puede ser la proliferación de hermanos en el ruedo, llegando a conformar una dinastía de toreros. Al seguir la misma carrera que otro miembro de la familia, pareciera que hay un camino algo más allanado, sin embargo no es así.
Los hermanos Rodríguez Vásquez, hijos de una humilde familia del sur de Maracay, encarnan aquella popular frase de que “cuando se quiere se puede”. No hay obstáculos económicos, estratos sociales ni influencias que hayan limitado en algún momento sobresalir en la difícil y atrayente carrera de torero.
“Cada maestrillo tiene su librillo”
El Mito es considerado un privilegiado por tener la cabeza bien amoblada para descifrar las condiciones de lidia de cada astado que le ha tocado en suerte. Los más atrevidos colegas y aficionados le han endilgado el cognomento de “el maestrico” por las condiciones antes descritas y que no es cuento sino una realidad desde hace más de cuarenta años.
También Rodríguez Vásquez sabe que ser hermano de (El Mito) es un arma de doble filo. Ha servido para darse a conocer y estimar las oportunidades, aunque luego el llegar de segundo es tener que soportar la pesada losa de las comparaciones. No se molesta cuando le dicen que es un torero medroso, porque puede presumir de este privilegio para coincidir la misma etiqueta del maestro Curro Romero, o sea que cuando se destapa el frasco de las esencias toreras, tenemos un torero de grandes faenas.
Para triunfar en una actividad necesitas ser bueno, trabajar muy duro, no bajar tu rendimiento en ningún momento y, por qué no decirlo, tener un ápice de suerte en los momentos más duros de tu carrera. De allí que las peculiaridades de ambos veteranos espadas sea el resultado de la experiencia entre éxitos y títulos acumulados, para desembocar en el benjamín de la familia: El Califa de Aragua.
El joven torero representa el mensaje renovador y esperanzador cuando llegar muy lejos o abrirte un hueco dentro de la maraña taurina, no necesita de “ser hijo de”, ni de andaderas prestadas, sino de un recorrido indefectiblemente de manera individual.
Con tan vasta exaltación de argumentos a favor de la terna de toreros encartelados para el referido festival de lujo, la invitación es para el domingo 24 de noviembre a la Maestranza de Maracay; en su arena reflexionaremos sobre cómo era la vida de los veteranos hace algunos años, como es en el presente y como queremos que sea en los venideros para El Califa de Aragua.
jimpal745@gmail.com
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