Columna: El Ruedo
por: Fabián Díaz Sánchez
Saludo a la afición taurina y al público en general que asiste a las corridas de toros; en estas líneas taurinas, me voy a referir al pase natural, entendiendo de manera básica como el pase que se da, sin la ayuda del estoque en la muleta, toreando al toro por el pitón con el que se sostiene la muleta; es decir que si se torea con la mano derecha y sin la ayuda del estoque, se torea “al natural con la derecha”; y viceversa: si se torea con la mano izquierda, sin la ayuda del estoque, será el “natural con la izquierda”.
De manera general, todo aficionado taurino entiende el pase natural o naturales, al pase que se da con la mano izquierda, sin la ayuda del estoque, y sosteniendo éste con la mano derecha; este pase es el que todos los aficionados taurinos entendemos y apreciamos como el pase al natural propiamente ejecutado.
Otra característica del pase natural, es que la muleta va sostenida con la mano extendida; es decir con la palma de la mano; muy distinto es el pase que se da con el dorso de la mano sosteniendo la muleta y pasando el toro, por el pitón contrario al que se tiene la mano y muleta; este es el pase cambiado.
Me llamó la atención, la serie de pases que ejecuto el matador Daniel Luque al final de su buena y artística faena, en la Feria del Socorro de Valencia 2013, el domingo 17/11, al último toro de la tarde, de pinta berrendo en negro, al que el matador citado, clavó el estoque de ayuda en la arena y de forma brillante ejecutó y combinó pases cambiados de forma natural a manera de abaniqueo; considero que esto fue un final de faena innovadora y quedará en la retina del recuerdo; esta faena fue premiada acertadamente con dos orejas.
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