por: Giovanni Cegarra
Una vez más en Venezuela, quienes tienen en sus manos el administrar la justicia con equidad, imparcialidad, sin predilecciones, sin distingos de clase y posición, dan un nuevo zarpazo a la Fiesta Brava, haciéndose eco de quienes no saben respetar la vivencia, convivencia ciudadana, los derechos ciudadanos, la afición de cada quien pueda tener por una actividad, que en nuestro caso, es la afición taurina.
Sí, han dado un nuevo zarpazo más.
Otro golpe bajo más, de quienes se dicen han sido designados para hacer respetar y defender, los derechos de los ciudadanos y son los primeros en violarlos flagrantemente, a expensas de quienes les endulzan los oídos con argumentos ilógicos, quizás les llenan los bolsillos con una mísera dádiva, tal cuales delincuentes de cuello blanco.
El nuevo zarpazo, por demás trapero, en esta oportunidad, afectará a las familias taurinas tovareñas en el occidente venezolano que no podrán ir a los toros con sus hijos menores de edad, ya que de acuerdo a lo establecido en Sentencia del Tribunal del Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado Mérida, de fecha 14 de junio del 2013. se declara con lugar, la acción de protección y prohíbe el acceso de Niños, Niñas y Adolescentes en los espectáculos de corridas de toros en cualesquiera de las plazas fijas o móviles ubicadas en el municipio Tovar del Estado Mérida.
Nos hemos enterado de la medida, por demás ya tarde, pues no hubo la oportunidad del derecho a la defensa y sí la hubo, creo que ni se enteraron, los de la Alcaldía del Municipio Tovar, ni la Junta Administradora de Corealsa, ni la Comisión Taurina Municipal de Tovar y supongo, mucho menos, la Empresa que tiene en sus manos, la organización de lo taurino de la 170ª Feria Virgen de Regla y muchos menos, los aficionados taurinos tovareños y merideños en general.
La acción protectora fue introducida por la Defensoría del Pueblo, Delegación Mérida, amparada por los delincuentes de cuello blanco, los propios Judas Iscariotes de la Fiesta Brava Venezolana, una mal llamada Defensoría del Pueblo, la propia servil de los que adversan la Fiesta Brava, servil de quienes atentan contra nuestra tradiciones, costumbres, aficiones, derechos ciudadanos, que se hace la vista gorda, ante quienes explotan a los niños, niñas y adolescentes en calles y avenidas de toda Venezuela, de quienes los usan como mercado sexual, de quienes practican la violencia de género hacia ellos; una Defensoría del Pueblo que no es presurosa para combatir la violencia que se observa en la televisión comercial venezolana, en prohibir las escenas que atentan contra la moral y buenas costumbres en los culebrones que transmiten todos los días, en horarios que son observados por los infantes y adolescentes, claro, dentro de su errónea concepción de velar por el bienestar social ciudadano del pueblo, eso si no produce daño moral y psíquico alguno, lo taurino sí y bien lejos están, de la realidad de este arte y cultura, que les queda grande en su propia educación.
Este nuevo zarpazo trapero, muy propio de los perros de guerra, indudablemente que golpea a la familia taurina venezolana pero más golpea y provoca rabieta, cuando nos volvemos a preguntar ¿Dónde carajo están los taurinos venezolanos, los gremios, los empresarios, cronistas taurinos, esos que se desviven por una entrada, pase de callejón, publicidad o favorcito especial, que ninguno de todos ellos sale a defender la Fiesta Brava? Infinidad de respuestas podría escribirles, todas ya las conocemos de sobra y que podemos resumir en una sola, dormidos en los laureles, peleándose y dándose zancadillas unos con otros, chupándose como garrapatas la sangre taurina y mientras tanto, lo taurino que lleve palo y palo, pareciera a nadie importarle y de seguir así "veremos las corridas de toros por la televisión, sí es que acaso se pueda también", duele escribirlo, decirlo, comentarlo, así sea de manera jocosa pero es la cruel realidad que vivimos y convivimos, a diario, en la Fiesta Brava Venezolana.
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