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por: Juan Mariano Monasterios Bernal
Barquisimeto jueves 29 de agosto de 2013.
Suerte suprema con los aceros toledanos fraguados en la perplejidad del venezolano, al ir al embroque del escenario de intensa diatriba en la que se ha sumido con descaro inusitado por parte de un puñado de toreros, obsesionados torpemente, al abordaje por la fuerza pirata de la Asociación Venezolana de Matadores de Toros y Novillos, tras consumarse un cónclave o asamblea de los profesionales matadores de toros y novillos, la cual se llevó a cabo el pasado día viernes 23 de agosto del año en curso, en el museo taurino de la Maestranza César Girón de la cálida ciudad jardín de Venezuela.
En nuestra incredulidad en el pregonar de un mar de términos jurídicos y legales con tanto desparpajo por algunos osados toreros ¡Ante tal descaro de verdad disculpen ustedes! Que esto produce extrema pena ajena fraguada en la perplejidad que nos emana desde las huestes de los toreros.
Es de artera esencia que no tiene por qué ser jurídica ni legal tan importante amalgama de unos cuarenta agremiados de variopinto currículos por sus meritorios logros taurinos alcanzados, impregnados de logros sudorosos atenuados con la entrega de sus propias vidas al vestirse dignamente de seda y oro; bordados concienzudamente en su honorable posición dentro de los escalafones del toreo que ostentan, sin antes ser, por naturaleza propia verazmente cimentados en sus estatutos, normas y reglamentos, dándole el tinte contundente de ser meramente gremial tal acontecimiento taurino, que es donde priva su verdadera y necesaria existencia como agrupación de profesionales del toreo.
Allí es donde debe privar, la autentica razón de ser y existir por el beneficio gremial anhelado, para guinda de tan insulso accionar algunos de nosotros como cronistas, comentaristas, críticos, comunicadores taurinos o, simples escribanos del arte del toreo, nos decantamos fervientemente en una retagila de conocimientos jurídicos cundidos de abrumadores capotazos de trazo templados en la ignorancia, muleteando como soeces espontáneos trapeando al toro del interés, cuánto tienes, cuánto vales! Nuestro seguro desconocimiento de tan desagradable embrollo gremial de los toreros, manifestando con nuestras lidias el corte inquisidor que nos invade y, que arteramente perjudica a la bella fiesta en honor del toro bravo de lidia.
Bueno es de hacerse de la risa, leer que en dicha reunión, se divulgue que ¡A dedo se eligiera! eso sí, con la salvedad, que surgiera autónomamente del consenso general de los agremiados asistentes una nueva directiva de los profesionales del arte de matar toros y novillos. Bueno…, es para privarse de la risa que se manifieste por ¡Los insurgentes de turno! que tal directiva fuera escogida ¡A dedo! lo que hay que leer en estos convulsionados días taurinos, es del notorio parecer ¡Que efectivamente, fue escogida a dedo! Pero escogida por varios dedos índices de no menos de una treintena de manos derechas -o siniestras, según sea el caso- de los que asistieron a tal asamblea gremial de los toreros; de verdad que es avasalladora la pena ajena que irradian por doquier los toreros inconformes en su encolerizado proceder, que en sus menesteres barrenaron con vara grosera y trasera, provocando la sangría de su irrespetuosa y minúscula posición.
Que se tenga entendido, es público y notorio que dichos minoritarios profesionales asistieron a la supuesta ilegal e ilegitima reunión convocada, guarnecidos en un irrespetuoso representante del derecho con ínfulas de creerse torero ¡No hay peor desprecio, que no hacer Aprecio, al espontaneo necio! Según ellos convocados por un fantasmal secretario general el cual supuestamente está jurídicamente inhabilitado; si dicha asamblea estaba preñada por dichos calificativos: ¿Por qué asistieron? Por favor si les asiste la supuesta razón jurídica, legitima y legal qué hacían allí? Ah… claro, había que atizar el fuego. ¡Por Favor… respetados toreros, a otro perro con ese hueso! Además de la cual abandonaron tozudamente al no imponer sus apetencias de comportamiento mezquino en sus procederes, rajándose a tablas en su manifiesta mansedumbre y falta total de raza, consumidos en la sangre de escasa casta de toreros ataviados de la falta total de tolerancia y compresión ante la imperiosa necesidad de unión ante tan mayúscula y vital coyuntura gremial.
Es de monumental exigencia moral pedir disculpas señoras y señores, en nuestra ignorancia sobre los temas legales y jurídicos que supuestamente les avala, por qué no convocaron a una asamblea -si les asiste la verdad- donde prudentemente se presentaran las conclusiones de la supuesta e ilegal junta interventora autonombrada por ellos; y, no en una asamblea general; el no haber presentado a sus agremiados la sentencia judicial del tribunal que dictó las medidas cautelares, como todo lo referente al interés general del gremio. ¡Por favor.. estimados toreros, es lo menos que se merecían sus integrantes gremiales; y, no el proceder SIGILOSO de un puñado de toreros convulsionados en unas apetencias feroces de nula trasparencia gremial basada en una insulsa minoría; apañándose en una retagila de temas procesales del derecho, por intermedio de un escribano; ¿Es de esta manera que informan a sus agremiados las conclusiones de la ilegal e ilegitima junta interventora? Si ese es su proceder, que se apañen los toreros.
Ha sido tanta la feroz hambre por devorar la Asociación Venezolana de Matadores de Toros y Novillos: AVMTN, que al embucharse en las supuestas violaciones del menú de platos jurídicos sazonados en la legalidad y, legitimidad dentro del seno gremial de los toreros, que repiten los términos con suma acidez que les trastorna los sentidos ante el nombramiento del tribunal disciplinario; es más, apañados en un escribano de verborrea jurídica legal de asombro. ¿Qué injerencia negativa ostenta un torero que labre su porvenir como empresario taurino? O, es que acaso un abogado, piloto, médico, arquitecto -que los hay y, ya paremos de contar los profesionales o profesiones dentro del toro- si a la par gozan dignamente del doctorado de matador de toros bravos de lidia y, empresario. Es que se debe prohibir o estar condicionado a fungir como integrante de la directiva de su gremio de profesionales, independientemente en cuál gremio se le postule y acepte. ¡Qué sandeces son estas… respetado señor escribano; por favor…!
Cuando supuestamente un agremiado corrompe e irrespeta el norte sagrado que como directivo debe profesar, la institución que representa se desvanece en una faena de capea enferma, condenándole a una muerte indigna, cundiendo en el ruedo de su gremio, el paseíllo de cuadrillas de matadores de toros y novillos que se trasforman en la brega por el tiempo trascurrido en cómplices de tan soberano petardo consumado supuestamente por los lances administrativos mal dados, por la brega en las manos de su nefasta dirigencia gremial, de ser verdad el océano de violaciones a la AVMTN, tendrán que accionarse las medidas internas que ameriten tal situación, ¡Léase bien, pertinentemente, tomar las medidas INTERNAS del gremio! Pero no… qué va….. Como verdugos ocultos en nuestra capucha, nos atrevemos a fungir como abogados acusadores, citando artículos y, literales ceñidos en la toga de juzgar sin conocimiento exacto de tales procederes, mentando artículos, normas, estatutos y reglamentos que no nos incumben, condenando a la guillotina, con odiosa acción, el corte de la cabeza del supuesto saqueador; si eso es así, entonces -pero solo entonces- tendremos que corear en oles de vergüenza: ¡La culpa no es del ciego, sino, del que le dio el garrote! O es que todos somos ciegos por fatal conveniencia.
Parafraseando la cita de un honorable y respetado escribano, sobre la legalidad, legitimidad jurídica del torero que se envía al filo lujurioso del destazador ¡Todo se ha violado, todo se fragua entre terribles nubes negras de lo ilegal; por ello son ilegales sus resultados. El hecho que ahora surjan de las tinieblas donde estuvieron durante cinco años! fin lapidario de la cita del escribano.
¡Ah malaya, sea la raza que inspira al escribano! ¡Disculpe usted señor escribano por no compartir con usted esta fatídica cita!
Reflexionando, sumidos en la perplejidad que nos abruma, nos preguntamos: ¿Cuánto de verdad atesora esta cita del escribano? De ser realmente así, esta pública y notoria manifestación golpista, todos los toreros que surgen de las frívolas tinieblas de la indiferencia, durante la complicidad de largos y tortuosos cinco años de saqueo constante y, sonante, bañándose en las aguas de ilegalidad, resultados perpetuados bajo aguacero de terribles nubes negras de oscuro proceder, aderezados con rayos y centellas de ilegitimidad, inundando el toreo con violaciones jurídicas de ¡Tres avisos y toro al corral! Ahora se aprietan los machos cobardes de la condenatoria complicidad. ¡Por Favor… con todo el respeto que se merece estimado escribano, ha rayado usted en una ligereza de mayúsculas dimensiones condenatorias; es de suficiente conocimiento, que los elegidos en dicha asamblea como nuevos directivos del gremio de toreros venezolanos son merecedores de un trato serio en sus comentarios, respetuoso en su trato como profesionales y honorables por sus carreras como toreros. Disculpe usted, señor escribano, ha sido usted totalmente grosero y descortés en su esencia absoluta; eso sí, tiene usted razón, esta sociedad taurina esta siquiátricamente para terapia intensiva, disculpe usted tal osadía en el comentario respetado señor escribano ¿Cómo o quién destituye a un agremiado que está ataviado de ilegalidad e ilegitimidad jurídicamente manifiesta? No se entiende señores toreros y escribano, cómo se destituye a un fantasma gremial.
La perplejidad es desbastadora, solo de pensar que en el grupo de supuestos toreros golpistas (Que calificativo soez y de tan mal gusto hecho por un connotado escribano; es que no puede ser) pueda existir el deseo de acabar tajantemente con su profesión. ¡Es que no se puede creer que en ese puñado de profesionales del toreo, donde convergen maestros de verdad, con el representante genuino de ser actualmente la máxima figura del toreo venezolano, apañado con un director artístico de una prestigiosa escuela de formación taurina, de respetados matadores de toros y novillos con acreditada carrera como punteros de la estadística nacional, el echar de un capote por un torero empresario ¡Injustamente cuestionado! que con extremo sacrificio han fomentado la fiesta en honor del toro bravo de lidia por cada pueblo de la provincia venezolana.
¡Es que no puede ser lo que se lee y no se puede creer…! La variedad de representantes que la integran, fieles a los gentilicios aragüeños, carabobeños, caraqueños, yaracuyanos y, tachirenses; en fin, de todos los toreros venezolanos; son todos ellos de un mismo país, que conforman honorablemente el gremio, dando al traste rotundamente al mentado colonialismo de los andinos. ¡Qué resentimiento histórico contra los andinos, cuando la mentada cuna del toreo de Venezuela fue creada por un andino! Simplemente, debemos volver imperiosamente a nuestras raíces que nos hermanan señoras y señores.
¡Es que no puede ser verdad lo que se ha leído! Es que ese mayoritario cónclave de toreros que eligieron soberanamente, en la cuna de su gremio a sus representantes auténticos y genuinos, pueda ser cuestionado por aficionados que fungen como espontáneos de mal talante; es que no se puede creer que el gremio de toreros, internamente no pueda atesorar la potestad legal y legítima de aplicar o modificar sus normas, estatutos y reglamentos en favor de su agrupación profesional; eso sí, dentro de un marco estricto de consenso absoluto y exclusivo de ellos, como integrantes soberanos del gremio.
¡Es que no se puede creer…! Los escritos que se leen y, es que no se pueden creer! al experimentar el embroque de la suerte suprema de los toreros, con los aceros venezolanos fraguados en la perplejidad, al calar profundamente el corazón taurino venezolano cercenándole en irracional sangría ¡Hay que reflexionar profundamente y con sabiduría ante tan descomunal cornada de caballo, propinada a su respetado gremio, estimados Toreros venezolanos!
La reflexión que nos abruma en esta marisma de increíbles contradicciones, que germinan brutalmente con denotado sentido en sus procederes, cegándoles en el malaje del genio con sumo peligro en inevitable perjuicio de su profesión; convirtiéndose en el volcán que en desastrosa erupción eructa su lava destructora arrasando todo en su nefasto paso por la fiesta de los toros desde el gremio de toreros; nos arrebata la perplejidad nuestra razón, con suspiros de alocada desesperación, haciéndonos sucumbir al tener que taparnos irremediablemente, sin poder echar un capote; es que las telas tienen que ser manejadas con suma sutileza tan solo por ellos y exclusivamente por ellos: los que han propiciado tan lamentable faena de triste y mezquina ejecución, la mera incumbencia está decretada para cada matador de toros y novillos, que legal y legítimamente pertenezca al gremio en cuestión; son solo ellos, los que deben solucionar internamente tan desagradable escenario planteado en esta burda lidia, falta de toda razón; no queda otra que ver los toros desde la barrera con la ilusión que florezca la ansiada concordia en los corazones de los toreros; irradiando la imperiosa comprensión que amerita tal situación; desbocando un rio de corrientes sabias en el delta de un mar de tolerancia; he allí la inmensidad de los océanos que les deriven en una placentera comunión, dándoles la armonía que ameritan en su deseada unión profesional; para que desborden por sus poros taurinos con sobrada pasión, el torear con seria y verdadera ilusión templando con honor la grandeza de la muerte del majestuoso toro bravo de lidia.
“El toro bravo de lidia, toma la palabra y les manifesta: ¡Toreros…, si hay que morir, que la muerte sea esencialmente digna; lo exige la entrega de mi vida por sus triunfos, cada tarde con sumo honor, para que sean merecedores de la gloria divina, que surge maravillosamente al crear ustedes y yo la anhelada belleza del arte”
¡Estimados Toreros: Aunque con imperfecciones, errores y, defectos háganse dignos en sus procederes y quehaceres, por el necesario respeto a la grandeza de mi muerte, en la suprema dignidad que me brindan sus ilusionadas toledanas al nacer, muriendo cada apasionada tarde!
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