Si se duelen, se ofenden los de ambas AVMTN, lo lamento
por: Giovanni Cegarra
No tiene remedio lo de la Asociación Venezolana de Matadores de Toros y Novillos (AVMTN), un gremio que deja mucho qué pensar, de quienes son sus afiliados, agremiados, asociados -como mejor se les ocurra llamarlos- que tienen en entredicho, la imagen y buen desarrollo de la Fiesta Brava en Venezuela, con su nefasto proceder y actitud, que desdice mucho de los que se dicen son "todos unos profesionales del toro" pero que en lo gremial, dan pena.
La Asociación Venezolana de Matadores de Toros y Novillos, es toda una guachafita gremial, no hay duda en ello. Da pena ajena, reseñar lo que sucede en su seno, es hacerse cómplice de su guachafita, de la cual por supuesto, no se puede ser copartícipe, bajo ningún concepto.
Así como algunos toreros en una corrida de toros hacen asco a un toro, llegará el momento en que los taurinos, le harán asco a la Asociación, gracias a la guachafita gremial en la que están sumergidos, que ha dado vida a dos gremios de Matadores de Toros y Novillos en Venezuela.
Por un lado, de la AVMTN de José Cariel conformada por minúsculo grupo y por el otro, la de Leonardo Varela, ratificado como Secretario General, por mayoría absoluta de toreros y novilleros, presentes en la Asamblea Extraordinaria celebrada el viernes 23 en Maracay, lo que deja muy claro que "no hay vuelta atrás" pese al fantasma de las decisiones tribunalicias que pesan sobre él, emanadas de un tribunal del Estado Aragua, producto de una querella personalista, que deslumbra a la vista de todos, el interés que tienen los que propician la trifulca gremialista, centrada en hacerse, a como dé lugar, de la Asociación, ponerle la mano al dinero en depósito de las arcas de la AVMTN, además de continuar la disfrazada práctica de la "ganancia dolarizada".
Se ha conversado con voceros de los dos bandos. Escuchadas sus razones y planteamientos, intentado la conciliación: "que no llega ni agarrados a lazo", se ha sugerido se sienten a ventilar las diferencias, en el marco de convivencia, tolerancia, reciprocidad, equidad gremial; pero no hay forma ni manera de que ello suceda; están enfrascados en un pleito de cocineras, protagonistas de una pelea de calle que deja muy mal parado al gremio taurino venezolano, lo que hace un enorme daño a la Fiesta Brava Venezolana.
Dan pena, qué mala imagen y mal ejemplo, están dando a la afición taurina venezolana y del exterior; mientras ellos se disfrutan su guachafita gremial, los enemigos dentro y fuera de la Fiesta Brava Venezolana, la van socavando solapadamente, lo que a nadie parece importarle un comino.
Mientras la guachafita tiene reino en las dos AVMTN, a los aficionados, Empresarios, Ganaderos, algunos Comunicadores Taurinos, poco les ha importado, entre otras cosas puntuales, lo de la prohibición de la entrada de los menores de 14 y 18 años a las corridas de toros, como es el caso de la Feria de Tovar, con lo que se perjudica, no solo lo taurino, sino la economía regional, impulso turístico de una ciudad, Municipio y Estado; tampoco se han pronunciado en pro de la reforma y aprobación de la Ley Taurina Nacional, de la inclusión de lo taurino en la Ley de Cultura Nacional; lo de hacer valer el equilibro real de la actuación de toreros nacionales sobre los extranjeros; mucho menos se han pronunciado por la presencia de novillos y toros de desecho en las Ferias Taurinas Patronales Venezolanas; en mantener y fomentar la afición taurina, sin olvidar que se hace necesario el analizar la vigencia de los caducos Reglamentos Taurinos y Estatutos de la AVMTN, para actualizarlos y adecuarlos a la realidad taurina venezolana.
La codicia, mezquindad, traición interna, intereses grupales personales, es lo que prevalece dentro de los gremios taurinos, sumidos en una querella que se convierte en cómplice de quienes desde hace años, hacen daño a nuestra Fiesta Brava desde muy dentro de ella; un pésimo comportamiento seudo gremial, que tarde o temprano, hará mella en la afición taurina venezolana y entonces: "a quejarse al valle".
A todos los miembros de la Asociación Venezolana de Matadores de Toros y Novillos (AVMTN), la de José Cariel y la de Leonardo Varela, en verdad, les felicito; un fuerte abrazo, por ese gran ejemplo que están dando al mundo taurino. Sigan así, divirtiéndose con su guachafita gremial, que espero que cuando "les nazca la gana de terminarla", no sea demasiado tarde, para el buen desarrollo de nuestra Fiesta Brava.
Su guachafita gremial no se compara con un Circo. La familia cirquense en el mundo entero, saben lo que hacen, luchan con tesón por mantener la esencia de su espectáculo dirigido a grandes y chicos; trabajan por mejorarlo cada día y noche; hacen reír y actúan, con gran dignidad profesional, sin perjudicar a nadie.
Si se duelen, se ofenden los de ambas AVMTN, lo lamento; pero ya resulta intolerable hacerles la corte, cansan hasta la saciedad, sus comunicados de falso espíritu gremial.
Perdonen mi franca sinceridad, como aficionado taurino y profesional del periodismo, algunos la compartirán, otros no, ni modo; "al que le caiga el guante, que se lo plante…" y quienes tengan el coraje, la valentía, honradez de recoger el guante, háganlo, propicien la unidad y fraternidad taurina, que bien necesitada está de ella, la Fiesta Brava en Venezuela.
Así lo pienso, escribo, comparto. Uds., dirigentes gremiales taurinos, matadores de toros y novillos, tienen la última palabra para evitar, el detrimento en el que están enterrando, la Fiesta Brava en Venezuela; así para qué antitaurinos, si los tenemos dentro de ella.
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