Es evidente que nos estamos dejando llevar por una minoría que al parecer les interesa más el beneficio propio que el colectivo.
por: Andrés Velutini
propietario de la Ganadería Los Marañones
Como Aficionado, Empresario y Ganadero quiero expresar mi apoyo irrestricto a la nueva junta directiva de la AVMTN, que fue electa el pasado viernes 23 de agosto 2013, en las instalaciones de la Maestranza César Girón de Maracay.
He tenido la oportunidad de conversar este tema con los matadores de toros José Antonio Valencia, Leonardo Benítez y Otto Rodríguez, y todos coincidimos que lo único que necesita la Fiesta Brava en Venezuela (en este crítico momento) es la unidad de todos los gremios, ya que la absurda división nos está llevando al fin de esta hermosa Fiesta (más que anhelada y/o deseada por los antitaurinos).
Como hombre conocedor de los intríngulis del mundo del toro, entiendo que Leonardo Varela como Secretario General de la AVMTN, ha tenido sus aciertos y desaciertos; dichos desaciertos se los atribuyo quizá a la falta de coaching, por no tener a su lado una junta o consejero que le apoye en el manejo de los casos que requieren mayor negociación y lobby político; pero si debo reconocer que Varela (recomendado por el hoy desaparecido Bernardo Valencia) ha atendido con responsabilidad y transparencia las necesidades de sus agremiados.
En cuanto a las venideras ferias de Tovar, quiero manifestar mi total desacuerdo en cómo ha sido confeccionada dicha feria, ya que no se está respetando la contratación mínima de matadores y ganaderías Venezolanas. Debo oponerme por la sencilla razón, que de las tres corridas (sacando la novillada), se estarán presentando dos de Colombia y una dizque Venezolana; cuando deberían ser dos Venezolanas y una extrajera.
En fin, con esto busco hacer un llamado de atención para que nos pongamos todos de acuerdo y empujemos la carreta en una sola dirección, ya que el camino actual no es el correcto y es evidente que nos estamos dejando llevar por una minoría que al parecer les interesa más el beneficio propio que el colectivo.
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