2/12/12

Lima: Corrida de decepción

El gran cartel presentado se estrelló con un encierro decepcionante de Roberto Puga a quien le gritaban desde los tendidos: Estafador.

* El Vito la sentenció: Corrida de expectación es corrida de decepción.

por: César Omaña
Director de venezuelataurina.com


De acuerdo con lo transmitido por aficiónperu.com este domingo 2/12 desde Lima en la Plaza de Acho, el excelente cartel –quizás irrepetible en América- se quedó frustrado ante la falta de casta de los ejemplares del ganadero Roberto Puga quien ha quedado ante la afición que acudió a presenciarla, como el responsable del fracaso rotundo de la corrida; se debieron sacar dos sobreros en la primera parte del festejo.

La sapiencia de Enrique Ponce fue la que pudo sacar agua de un pozo seco y cortar –o arrancar?- una oreja de cada toro para salir a hombros ante un público enardecido e impotente que gritó a hasta el cansancio frases contra el ganadero como “Ladrón”, “Estafador”

En los comentarios de El Vito, se lamentaba que se cumpliera como axioma aquel dicho: “Corrida de expectación es corrida de decepción”

El Juli reflejó en su cara la frustración y la rabia por no poder mostrar su arte; apenas alcanzó a decir: “Cuando no se puede, no se puede”. Fue ovacionado en su primero y silenciado en el segundo de su lote.

José Mari Manzanares también corrió con igual mala suerte y su prodigiosa muleta no pudo ante la mansedumbre de los de Roberto Puga. Ovación y Palmas



RESEÑA DE MUNDOTORO DURANTE LA TRANSMISION

De entre la nada, Ponce


Lima (Perú). Los tópicos son tópicos por algo. Y ése de 'tarde de expectación, tarde de decepción' fue claramente demostrado en Lima, con el cartel de más relumbrón del abono. Estuvo el triunfo de Enrique Ponce, que cortó una oreja a cada uno de sus oponentes, pero también una corrida de Roberto Puga que, por su presentación y escaso juego, desconectó al público del espectáculo. El Juli se fue con una ovación, un silencio y contrariado. Manzanares, que pinchó a su primero, tampoco tuvo opción de brillo con el sexto.

Plaza de toros de Acho.
Feria del Señor de los Milagros.
Toros de San Esteban de Ovejas, La Ahumada (1º bis) y San Esteban de Ovejas (2º bis).

Enrique Ponce, oreja y oreja;

El Juli, ovación y silencio y

José María Manzanares, ovación tras aviso y palmas de despedida.


Así te hemos contado el festejo toro a toro:

Primer toro bis, para Enrique Ponce.

Lance a la verónica Ponce al primero, un sobrero de La Ahumada. Empuja el toro en el primer puyazo, arriba. Buen tercio de banderillas, el toro acude. Se cantaron mucho las virtudes del toro en los primeros tercios, pero llegó al último tercio con ciertas complicaciones. Ponce lleva a cabo un despliegue de técnica para someter al toro con firmeza y suavidad, en tandas largas. La faena va alargándose, cimentada sobre el pitón derecho. Mucha elegancia y torería en los adornos del torero de Chiva. Busca la espada y cobra un estoconazo, que hace rodar al toro sin puntilla. Oreja para la muy meritoria faena de Enrique Ponce.

Segundo toro, para El Juli.

Sale el segundo, 'Puntero', un toro castaño para el que hay algunas protestas de salida. Toro terciado, pero bien armado. El Juli lo recibe a la verónica. El toro pierde las manos. Devuelto.

Segundo toro bis, para El Juli.

Saldrá al ruedo un sobrero de San Esteban de Ovejas, un jabonero bien armado al que la gente aplaude de salida. No embiste con demasiado ritmo. Cumple en el peto. Acude en banderillas, tercio cumplido con profesionalidad. El Juli lo saca a los medios y lo cita dándole distancia; el toro se desplaza. La toma mejor por el derecho; por el izquierdo se cuela y amaga. Cambia al derecho, dejándole la muleta en la cara, tirando de él. Buena tanda. Otras dos buenas por el derecho, con más ritmo y largura. Al comienzo de otra tanda, el toro está a punto de echarle mano. El toro tiene un peligro sordo y El Juli hace un esfuerzo con él. Ovación para él.

Tercer toro, para Manzanares.

Ya en el ruedo el tercero, con el que Manzanares firma un saludo a la verónica con mucho empaque. Justo de fuerzas, al que dan poco en el caballo. Acude en banderillas, pero se duele y protesta durante todo el tercio. Manzanares brinda a unas aficionadas peruanas. Comienza faena sobre el derecho, dándole tiempo para que no se venga abajo el toro. Poca fuerza en su oponente y poca emoción. Llega la mejor tanda sobre el derecho: cinco templados y el de pecho. Se enciende la faena, con otras dos tandas de mucha plasticidad y emoción. Suena un aviso después del primer pinchazo. Distraído el toro en los compases finales. Gran estocada al volapié del alicantino. Ovación.

Cuarto toro, para Enrique Ponce.

El cuarto es el mejor presentado hasta el momento, pero sale distraído y probón. No atiende demasiado a los capotes. Resulta muy difícil hacer que embista a las telas, y sale escupido de la cabalgadura hasta tres veces. Rehúye la pelea. Nada reseñable en banderillas. Ponce brinda al público. Comienza su faena con varios doblones por bajo y una tanda sobre la derecha. Le pone vibración a la faena, dado que el toro no tiene demasiada transmisión. Tira de su repertorio particular para caldear el ambiente. Está ligando tandas breves pero emocionantes, y da tiempos al toro para que recupere fuerzas. Maneja muy bien los tiempos y los ritmos en una faena larga el torero valenciano. Consigue que el público entre mucho en su faena. Tras un pinchazo, cobra una estocada y corta una oreja.

Quinto toro, para El Juli.

No parece andar sobrado de fuerzas el quinto, 'Jerezano'. Por eso, se le castiga poco en el peto y se hacen las cosas con solvencia en banderillas. El toro no tiene transmisión y El Juli comienza faena tratando de encelarlo. Comienza a llover en Acho. El madrileño se empeña en sacar provecho del toro que tiene enfrente: a su altura, con suavidad. Apenas llega al tendido. Muy disgustado El Juli, que tiene que abreviar.

Sexto toro, para José María Manzanares.

El sexto no mejora la presentación de los demás y es protestado de salida. Tiene además poca fuerza. El público está visiblemente descontento. Le pegan poco y cumple en banderillas. Manzanares trata de ir metiéndolo en la muleta, pero el toro se queda corto y no la sigue. No se le observan grandes cualidades, pero el torero pide tiempo, paciencia, mientras va bajándole más la mano. A pesar de sus intentos, muy meritorios, la faena no cobra cuerpo y se consuma la decepción.



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