Fandiño: Torero de Lima

Carteles de la Feria de El Señor de los Milagros que comenzó este: 11-11-2012.

* Primera corrida de la Feria de Lima: Fandiño corta una oreja

por: MUNDOTORO - 12/11/2012

Acho (Lima). Tarde de gran esfuerzo por parte de la terna de hoy en el coso de Acho. Finalmente, ese esfuerzo sólo tuvo recompensa para Iván Fandiño, quién cortó el único trofeo de la tarde tras una meritoria labor realizada al segundo de su lote. Por su parte Javier Castaño, aunque tesonero y dispuesto con su lote, no pudo sacar lucimiento ni redondear ninguna de las dos faenas, mientras que el local Roca Rey pechó con un lote deslucido, sobre todo el tercero, el cual le propinó una voltereta aunque sin consecuencias graves. TUvieron que poner mucho ante un encierro de Achury Viejo que aunque no revistió complicaciones, si resultó con poca transmisión en su conjunto.

Fandiño recibió a su segundo con largas cambiadas de rodillas en el tercio, mostrando así gran disposición. El toro se mostró algo soso en la muleta del de Orduña, resultó tardo al toque del torero y algo protestón. Le costó romper y de nuevo el torero tuvo que esforzarse. Sacó muletazos largos al natural pero sin conjunción en la labor por la condición del toro, que no terminó de emplearse y ante el que expuso mucho robándole los muletazos para conseguir la ligazón con un gran mérito sacándole al toro lo que no tenía. Cortó una oreja. Tras un notable saludo a la verónica muy jaleado a su primero, Fandiño hizo sonar la música después de realizarle un templado inicio de faena, esa fue la base del trasteo. Le dio los tiempos oportunos, distancia y supo aprovechar las virtudes del animal, luciéndolo mucho sobre todo por el pitón derecho en tandas muy intensas. Por el izquierdo la faena bajó algo en intensidad y resultó intermitente. Concluyó por manoletinas muy ajustadas. Dejó una estocada casi entera y el toro tardó en caer.

Javier Castaño dejó buen sabor de boca en su primera actuación en la plaza de toros de Acho. El torero basó su primera faena al que abrió plaza en el pitón izquierdo. El toro resultó poco colaborador y Castaño tuvo que poner todo para llegar a los tendidos, que apreció en todo momento su labor. Difícil por el pitón derecho, mirón y con el que Castaño estuvo firme y templado. Después de dejar una estocada algo trasera vio silenciada su labor. Decidió Castaño comenzar la faena al cuarto por el pitón izquierdo por el que se mostró algo corto en su recorrido, por el derecho hiló dos muletazos de mano baja y buena factura tirando mucho del toro, desplazándolo. Necesitó distancia y el torero así lo entendió, entendiendo que tenía poca fuerza. Tuvo que tirar del toro que no terminó de romper y transmitió poco aunque fue noble pero esa condición hizo que la faena no cogiese el vuelo esperado. El toro tardó en caer tras una estocada entera y de nuevo fue silenciado.

Después de un buen saludo a la verónica y haber banderilleado con acierto al tercero de la tarde, Roca Rey resultó cogido en el inicio del trasteo de muleta, cuando el toro se quedó en un muletazo y lo volteó sin consecuencias. Se repuso y lo intentó por el pitón derecho aunque el toro no humilló y resultó brusco en su embestida. Probó al torero por ambos pitones, aguantando parones y miradas y el peruano no pudo más que estar firme y dispuesto en un final en cercanías aunque sin sacar rédito ni lucimiento del de Achury Viejo. Mató de estocada entera y resultó silenciada su labor. De nuevo banderilló al que cerró plaza, un toro también deslucido que protestó en las telas de Roca Rey. Así, el trasteo de muleta resultó intermitente y poco lucido por la escasa calidad en la embestida del animal que no se empleó. Se los sacó de uno en uno y sin continuidad, lo cual no resultó para redondear la faena.


Plaza de toros de Acho (Lima). Toros de Achury Viejo. Javier Castaño, silencio y silencio; Iván Fandiño, ovación tras aviso y oreja y Fernando Roca Rey, silencio. El torero Fernando Roca Rey pasó a la enfermería después de pasaportar al tercero de la tarde, por el que fue volteado. Fue atendido de una contusión púbica que no revistió gravedad y le permitió continuar con la lidia del sexto.