25/11/12

Michelito hace Historia y desbanca a Dominguín como el torero más joven

Michelito. | Foto: Archivo ELMUNDO.ES

* Igual que aparecen chiquillos capaces de interpretar el cosmos, de doctorarse en Medicina o de convertirse en expertos en el antiguo Egipto, en el mundo del toro está Michelito. La diferencia es que este muchacho, de padre francés y madre mexicana, nacido en Mérida (Yucatán) cada vez que sale a hacer lo que más le gusta, se juega la vida.

tomado de: ELMUNDO.ES

Este domingo, con 14 años, Michel Lagravere, Michelito, tomara la alternativa en la Plaza de toros de Mérida (Yucatán) convirtiéndose en el torero más joven de la historia de la tauromaquia. Cuando se quite el traje de luces, habrá batido por 27 días el récord de Luis Miguel Dominguín, como el torero más joven que toma la alternativa.

Y lo hará sonriendo, como si perteneciera a una secta en la que sólo sus miembros conocen el funcionamiento: "Estoy feliz", explicaba a este periódico hace pocos días en una finca de San José Villa de Allende, a tres horas de la capital mexicana, donde ultima su preparación con un ganadero amigo.

Sin embargo, hoy será la consumación de seis años recorriendo el mundo de ruedo en ruedo con su padre y la bolsa de deportes. Fue el becerrista más joven del mundo. Debutó en público y mató su primer animal con sólo seis años. Fue también el novillero más joven, y con diez años se enfrentó en la plaza de Lima con cuatro novillos a los que dejó sin cinco orejas. Las fotografías de aquel día dan cuenta de un renacuajo vestido de luces que movía un capote tan pequeño que los cuernos del bicho de 300 kilos salían por los dos lados.

Seis años después, a tenor de los pases sobre la arena, todo parece listo para la alternativa. Si nos fiamos de los cuatro pelos que le empiezan a salir en el bigote, parece una locura.

Con 12 años Dominguín debutó en Lisboa y con 15 recién cumplidos, el que fuera amante de Ava Gardner o Rita Hayworth, tomó la alternativa en Bogotá, aunque no fue reconocida hasta que no toreó en La Coruña, en 1944, tres años después.

'El Juli' es el referente más reciente de los Lagravere. Con once años, Julián López Escobar ya había matado un becerro en Toledo y con 13 se visitó de luces en Mont-de-Marsan (Francia). Ante la imposibilidad legal de torear en España siguió su carrera en México donde terminó casi 300 becerradas y novilladas antes de tomar la alternativa a los quince años y once meses.

Hoy en España sería ilegal dar rienda suelta al sueño de Michelito, ya que hasta los 12 años nadie puede pisar una escuela de toreo. A partir de esa edad, los padres podrán inscribir al niño, aunque sólo para recibir clases teóricas y de toreo de salón, donde aprenden a marcar los tiempos, perfeccionar las posturas y fortalecer la musculatura.

Cuando han cumplido los 14, ya pueden entrenar con reses, coincidiendo con la edad que aceptan las compañías aseguradoras para darles cobertura médica. Desde los 16 años, la ley permite tanto matar becerros de 200 kilos como tomar la alternativa frente a un animal de 600.

Es por eso que muchos de los toreros que han sido figuras en España huyeron a plazas latinoamericanas en busca de formación. La falta de controles y la pasión taurina que existe en países como Colombia, Venezuela o Perú es campo abonado para que decenas de niños se fogueen frente a animales con un peso 10 veces superior al suyo. En México, ni siquiera hay que alterar la ley, con 4 años los padres pueden inscribir a su hijo en una escuela de toreo y con 13 está permitido encarar un novillo.

Cuando el bicho agoniza en la arena, Michelito gesticula, echa los brazos al aire, mira al tendido y levanta la cara de forma chulesca. Todo está ensayado para hoy.

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