Juanma Lamet, redactor del diario económico Expansión, intervino este viernes brillantemente en las jornadas "Visión y nuevos retos de la Tauromaquia ante el siglo XXI", de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Foto: escuelaunidadeditorial.es
por: Elmundo.es | Sevilla - 16/11/2012
Juanma Lamet, redactor del diario económico Expansión, intervino este viernes brillantemente en las jornadas "Visión y nuevos retos de la Tauromaquia ante el siglo XXI", de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo,que se celebran en Sevilla. Y reveló nuevos datos sobre la economía taurina, que tanto mueve en los sectores que indirectamente se benefician de la Fiesta, como la hostelería o el turismo". Y aqui es donde Lamet incidió para sorpresa de todos: "Un cálculo nuevo en base a las estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas, a la recaudación obtenida en las plazas de España y a los datos oficiales de consumo del Gobierno: LOS TOROS APORTAN CADA AÑO 700 MILLONES DE EUROS AL SECTOR TURÍSTICO". Un dato calculado en collera con su compañero el profesor Juan Medina. "700 millones de euros es casi un tercio del 'PIB taurino' (o 'Producto Interior Bravo'), que es el dinero que se gasta en torno al toro (casi 2.500 millones de euros al año) va destinado exclusivamente a dinamizar el alojamiento, la restauración, los medios de transporte, el gasto en cultura, museos, etcétera. O, dicho de otra forma, el turismo recibe de los toros el doble que la taquilla de las plazas. En gran parte, por los festejos populares, los encierros, etcétera, donde el componente turístico es aún mayor. Con muy poco desembolso taurino se consume mucho en turismo".
En el coloquio, Dávila Miura apostó por reducir los costes de la tauromaquia, en especial los costes fiscales y laborales, ya que "no hay empresario que lo soporte". "Hay que bajar todos los porcentajes. Los de los apoderados como yo, también".
Gabriel Molina Cabdau, representante de la ganadería Gabriel Rojas, enfatizó que hoy por hoy la ganadería de bravo "es puro romanticismo", ya que en la inmensa mayoría de los casos no es posible rentabilizar la explotación. Y pidió menos trabas burocráticas, al igual que el empresario José María Garzón, que señaló paradojas de los pliegos como que para acceder a la gestión de plazas de segunda se exija experiencia en plazas de primera.
Garzón apostó por "bajar muchísimo el precio de las entradas" y "hacer márketing" como solución a los problemas para atraer a espectadores. Su éxito en Mérida confirma esta tesis.
Si hubo una conclusión es que el toro sufre la crisis, como todos los sectores, pero tiene enormes fortalezas y un margen de crecimiento tal, que pese a todo se puede mirar al futuro con optimismo. Eso sí, siempre que las estructuras organizativas del toreo se "profesionalicen", en pos de la ansiada "unión". Si hay un lobby y una sola voz, el túnel de la crisis será más corto.
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