Triunfo rotundo en la penúltima corrida de Barcelona: 24-09-2011 Foto: lamejortoros.com
por: Enrique Barrios Barrios
ASISTENCIA DESBORDADA.-
Era fácil de intuir, que a pesar de las maniobras, manipulaciones y acciones premeditadas por parte del Régimen Provincial Barcelonés para evitar la concurrencia masiva de aficionados taurinos a la Plaza de Toros Monumental de la ciudad, la presencia del diestro José Tomás en la corrida de toros celebrada minutos antes de quedar cerradas las puertas del referido coso para la posteridad, darían al traste con la malsana pretensión resultante de la prohibición acordada por el Parlamento Catalán.
En el festejo del día anterior: efectuado el sábado 24 de Septiembre de 2011, la actuación de tres figuras toreras con la fama del El Juli, José María Manzanares y Morante de la Puebla, quienes estuvieron por tanto a punto de agotar las entradas hasta que al día siguiente, en la segunda y última corrida del abono confeccionado para la Feria de la Merced donde participaría el torero de Galapagar, fue colocado en las taquillas de la Monumental Plaza el letrero de: “No hay billetes”, quedando mucho público afuera, al no poder entrar.
CINCO TOREROS A HOMBROS.-
Por correr con mala suerte, el matador de toros Juan Mora fue el único diestro que no alcanzó a triunfar. En cambio, Julián López –El Juli-, José María Manzanares, José Antonio Morante de la Puebla, José Tomás y Serafín Marín, salieron a hombros y abrieron la puerta grande de la Condal Plaza de Toros. El Juli, por haber demostrado dominio y conocimiento taurino. José María Manzanares, por su empaque torero y la estupenda realización de la suerte de matar recibiendo. Morante de la Puebla, por haber ejecutado su magnífico pellizco del arte taurino. José Tomás, por su toreo lleno de riesgo y entrega total; y Serafín Marín, por su hidalguía y búsqueda del éxito a toda costa. De esta manera se han podido disfrutar dos tardes de toros extraordinarias, y de un valor histórico irrefutable.
EL LUTO POR LA PROHIBICION.-
Patentizada por la afición su alegría, al conducir a hombros por las calles de Barcelona a los toreros triunfadores bajo el grito de "¡Libertad...Libertad..!".
En la centenaria plaza de toros, quedaban desalojados los tendidos y se pasaba un cerrojo a sus puertas con el fin de impedir de ahora en adelante, la celebración de corridas de toros. Por ello tal vez, los volantes que fueron repartidos expresando: “No a la Mezquita de la Monumental. Prohíben los toros, para traernos los moros”.
Seguramente, la Fiesta resurgirá, si nos atenemos a los antiguos y populares versos:
Es una fiesta española
Que viene de prole en prole
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