Bernardo Valencia, cuya heterodoxia y atractivo popular consiguió encandilar a toda la afición taurina, será inmortalizado con motivo de la tradicional feria del mes de noviembre. Foto: J. Jiménez.
La Monumental de Valencia será bautizada con el nombre del recién fallecido torero por disposición del burgomaestre valenciano: Gerardo Parra y la totalidad de los concejales que integran la alcaldía del municipio de la capital carabobeña.
Será un merecido homenaje a su memoria que agradeceremos todos los aficionados y ese pueblo fiel que desde hace más de treinta años se centró en observar la creciente presencia en los ruedos de un torero que utilizó como principal atractivo un modo inspirado en el encimismo, la espectacularidad del toreo de rodillas y el imprevisto quiebro; galvanizando el interés y obligando a los empresarios a organizar las ferias en función de la participación del torero con su temeridad y tremendismo.
Este jueves 20 de octubre 2011 fue objeto del más sincero y entusiasta homenaje por parte de toda su familia, colegas toreros, banderilleros, picadores y la afición venezolana, compartiendo en causa común la más prolongada ovación tributada en el escenario de tantos triunfos obtenidos por Bernardo Valencia en su extensa y sincera carrera de matador de toros; especialmente cuando su hermano, el matador de toros Juanito Valencia interpretó el pasodoble en homenaje al torero de El Morro, a cuya composición se debe el talento del recordado Julio Centeno.
Nadie podrá negar la importancia que para el toreo nacional ha representado Bernardo Valencia, quien abrió surcos por toda la geografía para sembrar la fiesta en lugares que se consideraban utópicos para su realización.
En mala hora la parca le marcó la cita para dejar lo terrenal; pero queda en la mente de todos, esa trayectoria que le hizo inmune a las cosas y casos del mundo taurino.
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