El periodista Víctor José López “El Vito”, bautizó al coloso carabobeño como “El Torero de la Emoción”. Foto: elmurotelamenta.com
por: Víctor Ramírez “Vitico”
Bernardo Valencia anuncia, de forma oficial y definitiva, su despedida de los ruedos en la próxima feria de la Virgen del Socorro en Valencia a celebrarse dentro de pocos días. De esta forma se va de la profesión un torero que recorrió de punta a punta Venezuela, sembrando afición en los más recónditos lugares del país.
Bernardo forma parte de una de las dinastías de toreros más importantes de América; compuesta por su padre: picador de toros conocido como “El Quemao”, y varios de sus hermanos entre los que están los matadores de toros: Curro, el finísimo e injustamente marginado Juanito, el valeroso José Antonio y destacados mozos de espadas, entre ellos Luis Miguel y César, que viven en España.
Acertadamente el gran periodista venezolano Víctor José López “El Vito” bautizó al coloso carabobeño como “El Torero de la Emoción” pues esa era una de las cualidades con las que este diestro hacía vibrar a los aficionados, en noble competencia con las principales figuras españolas y los más destacados espadas nacionales, logrando muchas veces triunfos clamorosos, y cuajando grandes faenas, de toreo recio y trazo profundo. Por supuesto sus alardes de valor y los famosos “pares de la silla” forman parte de la honda huella que Bernardo ha dejado en la tauromaquia venezolana.
El próximo sábado 13 de noviembre, ante toros de Rancho Grande y El Prado, alternando con los españoles Julio Aparicio y Manuel Jesús “El Cid” se pondrá un digno punto y final a una carrera que se inició llena de ilusiones y esperanzas.
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