Sábado 18 de Mayo en San Cristóbal


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Restaurante Miura: Calle 18 con carr. 20, San Cristóbal 
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12/10/10

Reseña de Feria taurina del Señor de Los Milagros

 
La baraja de toreros coontratados para 2010; las fechas son: Nov.: 14,21, 28 y Dic. 5. Foto: plazaacho.com

tomado de: plazaacho.com

Historia de la Plaza

La Plaza de Toros de Acho, enclavada en el distrito del Rimac, declarada Monumento Histórico de Lima, es la tercera plaza por su antiguedad del mundo taurino.

Construida en 1760 por Don Cristóbal de Bargas el "coso firme del Haacho", por encargo de Don Agustín Hipólito de Landaburu y Rivera. Este había recibido órdenes del Virrey Manuel de Amat y Juniet para que se levante una plaza de toros a las orillas del rio Rímac, al pie del cerro San Cristóbal. Todo ello ocurría después de dos siglos en los que la lidia de toros se realizaba en el marco de plazas públicas, entre ellas la Plaza Mayor, y otros lugares especialmente acondicionados para la ocasión.

La historia cuenta que al constructor y propietario de la plaza, cuando se le preguntó ¿a cuánto había ascendido la inversión de la construcción de la Plaza de Toros de Lima?, éste respondió que la construcción había costado 107,609 pesos y 6 reales.

Esta plaza "firme" de Acho fue inaugurada el 30 de enero de 1766 con la asistencia del Virrey , pero sin la autorización del rey de España, Carlos III.

El primer toro lidiado en ACHO se llamó Albañil, de la ganadería de Hacienda Gómez Cañete, después Unanue, propiedad del ilustre susodicho Agustin Hipolito de Landaburu, quien quedó así vinculado a la plaza en la fecha de su inauguración, como constructor, asentista, ganadero e inclusive como Alcalde de la ciudad, cargo que ejercía entonces. Lidiaron los matadores Pisi, El Maestro de España y Gallipavo, los tres peruanos. A la muerte de Don Agustín Hipólito de Landaburu continúo explotando la plaza su Señora viuda, asesorada por su hermano Don Juan José Belzunce, quien también antes había asesorado al malogrado Landaburu.

A la muerte de la viuda, fue su hijo don Hipólito de Landaburu y Belzunce quien heredó sus cuantiosos bienes, entre ellos la plaza, pero no continúo la labor de sus padres. Al marchar a España y luego de ser enviado a Francia, su albacea Don Hipólito Unánue se hizo cargo de la plaza de toros.

En el año de 1832, Don Hipólito Unánue dejó el coso como legado testamentario de su patrocinado a favor del Hospicio de los Pobres, administrada por la Junta Real de Beneficencia de Lima (actualmente forma parte del patrimonio de Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana, propietaria de la Plaza de Acho), para su explotación a favor de dicho hospicio. La entidad propietaria del coso taurino limeño procedió a sacar a remate la explotación de dicho inmueble, siendo el primer asentista José Antonio Morote.

La antigua y vieja Plaza de Acho sufrió con el correr del tiempo tres grandes modificaciones: la primera se efectúo en 1865, la que fue denominada de “refacción”, con motivo de prepararla para la celebración de su centenario; la segunda y la más importante en 1944, denominada la “remodelación” a cargo de la Sociedad Explotadora de Acho, de común acuerdo con la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima (como se llamaba en ese entonces); y por último la efectuada en 1961, a la que se ha denominado de “ampliación” ya que el área de la plaza fue aumentada con los grandes patios de ingreso, formando atrios, pérgolas y explanadas, así como la edificación de un restaurante, dos bares y un Museo Taurino.

La antigua plaza tenía una capacidad para 6.300 personas y un ruedo con 90 metros de diámetro.

Se reforma en 1944: teniendo el ruedo ahora 60 metros de diámetro, y también se la elevó sobre las mismas columnas (sin modificarlas) columnas conocidas como “machotes” (columnas o contrafuertes) y que se conservan originalmente construidas desde 1765 en barro y caña. Esta vez la nueva capacidad de la plaza se amplía aproximadamente hasta los 13.300 asientos.

En 1945, se reinaugura con una corrida de La Viña estoqueada por Rafael Ponce Rafaelillo, Juanito Belmonte Campoy y Adolfo Rojas El Nene, que tomó la alternativa.

La Feria del Señor de los Milagros

La primera Feria del Señor de Los Milagros se inicia un 12 de octubre de 1946. Con la lidia de seis toros de La Punta, para los diestros Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”, Luis Procuna (mexicano) y Alejandro Montani (peruano). Aquella tarde partieron plaza un campero andaluz, un charro mexicano y un chalán peruano.

Esta feria por razones políticas en 1948 sólo se redujo a novilladas. Del 1949 al 1951 esta ya prestigiosa y postinera feria se lleva a cabo en la Monumental Plaza de Lima, también conocida como Plaza de Chacra Ríos (hoy es el Coliseo Amauta). Nuevamente desde 1952 hasta nuestros días se realiza en la bicentenaria Plaza de Acho.

En 1996 se realizaron las corridas conmemorativas por las ‘Bodas de Oro’ con motivo de los 50 años de la Feria del Señor de los Milagros, al igual que en 1946 partió plaza un campero andaluz, un charro mejicano y un chalán peruano, y en el cartel se lidiaron toros mejicanos de Javier Garfias, para Alejandro Silveti, Vicente Barrera y Rafael Gastañeta.

El 25 de noviembre de 2001 el Rey de España, Juan Carlos I, asistió a la plaza de Acho a presenciar uno de los festejos de la Feria del Señor de los Milagros. Fue la primera vez que una rey español ha pisado un coso taurino americano.

En la revista "Toros", que dirigía don Jorge Espinoza "Don Felix", firmado por Manuel Solari Swayne "Zeño Manue" y titulado "¿Por qué no establecemos en Lima la Feria del Señor de los Milagros". La idea de "Zeño Manue", así planteada, fue tomando cuerpo en el medio taurino hasta hacerse realidad cuando en los meses de Octubre y Noviembre de 1946 la Sociedad Explotadora de Acho que tenía al frente al ganadero de reses de lidia don Fernando Graña Elizalde, organizó la primera edición de la feria, inicialmente anunciada : "Feria de Octubre", que a partir del año siguiente se denominaría "Feria del Señor de los Milagros" en homenaje al Santo Patrón de Lima.

La primera edición de la feria se cortaron un total de 21 orejas, 6 rabos y una pata en las 6 corridas que compusieron el ciclo en las que se lidiaron 2 encierros mexicanos de La Punta, un encierro de las también mexicanas ganaderías de Matancillas, Zotoluca y Xajay, y un encierro de Huando, ganadería peruana que hizo su estreno en Lima.

La corrida inaugural que le dió partida de nacimiento a la hoy célebre feria, no podía ser mas honrosa. El día sabado 12 de Octubre, hicieron el paseíllo Manuel Rodriguez "Manolete", Luis Procuna y Alejandro Montani quienes lidiaron y estoquearon 6 toros de La Punta ante un lleno de bandera y la presencia del Presidente de la República. Aquella tarde Luis Procuna cortó 2 orejas e inició una actuación que coronaría el día 3 de Noviembre, fecha del ultimo festejo de la feria en la que cortó 2 orejas, rabo y pata, convirtíendose en el máximo triunfador del ciclo. Era entonces la primera de las 2 únicas patas otorgadas en la plaza de toros de Acho a la fecha.

Esta feria inaugural resultó todo un exito artístico y económico. El publico respondió al llamado de un superior cartel llenando cada tarde los tendidos de la plaza. La entrega de los toreros actuantes tuvo la compensación del triunfo y el reconocimiento de la afición. La excelente organización y el resultado final de la feria garantizó la continuidad y permanencia anual de la feria sentandose las bases de su posterior historial, en la que se han anunciado las máximas figuras del toreo de cada época y las ganaderías de mayor prestigio.

Las corridas, a diferencia de las ferias como estas se entienden, se realizan domingo a domingo y eventualmente sábados y feriados y ha llegado a 14 las realizadas en la feria de 1973 lo que refleja la gran aceptación y reconocimiento que ha alcanzado este ciclo que también ha sabido de dificultades para su permanencia por razones políticas, económicas y de diversa índole como fue el caso del año 1948 en que se realizaron sólo novilladas o el del año 1955 en que se realizaron sólo 3 corridas de toros.

El Escapulario de Oro

Otro hecho de importancia en la historia de la feria ha sido la institución en 1947 del trofeo oficial, que otorga la Municipalidad del Rimac, al máximo triunfador del ciclo que se denominó "Escapulario de Oro", hoy el trofeo más codiciado y de mayor prestigio en América taurina. Así mismo en 1969 se instituyó el "Escapulario de Plata" que se otorga al toro más bravo y mejor presentado de la feria.

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