El ambiente ya no es el mismo en Quito. El sol de medio día, la plaza a reventar y la algarabía quiteña a partir del festejo taurino carece de fuerza. Inclusive, la misma ciudad parece no estar en fiesta. Foto: Plaza de toro de Belmonte de Quito, Festival Virgen de la Esperanza de Triana. Fotografía: Alfredo Pastor-Aplausos.es
tomado de: cultoro.com - 06 de Diciembre, 2012
Las corridas se trasladaron de lugar. Para no dejar a la ciudad corridas, el 05/12 en la plaza Belmonte, se festejó la última corrida de este año.
El español Antonio Ferrera, quien salió en hombros la noche del pasado sábado, reapareció con una buena actuación. Al primero de la tarde lo recibió con una buena tanda de verónicas. Tras el tercio de varas tomó las banderillas y colocó tres pares arriesgados.
Con la muleta, probó al animal por ambos lados pero el pitón derecho era el que mejor respondió. Ferrera insistió por ese lado y sacó buenas tandas. Al final, recibió ovación del público.
Las orejas de la puerta grande las cortó, simbólicamente, en el quinto de la tarde. En el tercio de varas, Antonio subió al caballo y él mismo fue quien dio puya a su animal. En el siguiente terció, de nuevo proyectó un buen espectáculo con tres pares de banderillas en sitio. Ovación total del público. Con la muleta afianzó faena por el pitón derecho. Comenzó su labor con una arriesgada tanda de rodillas. Por derecha, bajó totalmente la mano y pegó series largas y bien templadas. Intentó al natural pero el toro no permitió mayor lucimiento. El español se entregó al público y siguió construyendo tandas por el lado diestro. El público pedía indulto y presidencia no lo concedió. Dos orejas tras simular la suerte final.
David Galván fue el otro ibérico que lució. Su toreo clásico volvió loca a la afición de la Belmonte. Con la muleta, Galván desarrolló un toreo totalmente elegante. Con figura estática, mirada fría y mano soltada, el joven coleta lanceó al redondo, al natural, al derecho y al revés. La soltura y la largura en cada pase fueron totales. Meritoria su labor y tras similar la estocada, recibió merecidamente dos orejas simbólicas.
Al último toro de la tarde le sacó una oreja. Aunque al astado le faltó fuerza y nobleza, David se las arregló para construir una lidia elegante. Prefirió el pitón derecho y pegó varios muletazos. Los lances lucieron elegantes, bajos y largos. Antes de “matar” al toro con una flor artificial que decía libertad, el coleta expresó “esto va por ustedes pueblo de Quito”. Se le otorgó la oreja.
El ecuatoriano Martin Campuzano exteriorizó una respetable labor. Al segundo de la tarde le dio la bienvenida con una larga y cambiada. Tras una buena tanda de verónicas, pintó quites por chicuelinas. El animal carecía de nobleza por el pitón derecho y Martín se volcó a torear al natural. Tras unas series bien efectuadas, recibió la oreja.
El segundo bovino de su lote carecía de nobleza en su totalidad. La embestida era extraña y tenía malas intenciones por el derecha. La soltura del quiteño mejoró cuando ensayó naturales y naturales invertidos. Antes de finalizar, ensayó el toreo vertical por manoletinas y recibió palmas del tendido.
Álvaro Samper también cortó un apéndice. El primero de su lote fue un animal potente que dio buena lucha en el peto. Su labor con la muleta fue a media altura y por derecha. Alternó con un toreo circular y muy clásico. Antes de rematar con un pase de pecho, Samper tropezó, quedó de frente a la cara del toro pero no salió lastimado. Una oreja se le reconoció al terminar su actuación.
Los pelos de los espectadores se pararon de puntas cuando Álvaro puso rodillas al suelo para enfrentar al séptimo toro con una porta gayola. La espera fue larga pero logró concretarla con éxito. En honor a la lucha capitalina frente a la prohibición, su muleta tenía estampada una bandera de Quito. El público sacó aplausos y el quiteño se paró en medio del ruedo para efectuar el arriesgado pase por la espalda. Posteriormente fue incisivo con su toreo a media altura y por derecha. El toro fue complicado y careció de recorrido. Al finalizar, recibió aplausos de la afición.
FICHA DEL FESTEJO:
Plaza de toros de La Belmonte. Alrededor de tres cuartos. Toros de El Pinar, Huagrahuasi y Triana.
Antonio Ferrera: ovación y dos orejas.
Martín Campuzano: oreja y silencio.
Álvaro Samper: oreja y palmas.
David Galván: dos orejas y oreja.
INCIDENTES: Martín Campuzano y Álvaro Samper lucieron crespón negro en sus trajes por los toros en Quito.
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