Fernando Cruz vivió la cara amarga de la corrida. Foto: Julián López - aplausos.es
por: Víctor Eduardo Ramírez Vitico - Noticias desde España - Madrid
La corrida de la festividad de la Virgen de la Paloma sirvió de marco para que Leandro expusiera una vez más su toreo de clase; y Miguel Ángel Delgado demostrara su gran proyección ante una fuerte corrida de Gavira, en la que un sincero Fernando Cruz sufrió dos graves cornadas.
Miguel Ángel Delgado en su confirmación de alternativa demostró un gran concepto del toreo y un valor sereno que le permitió salvar el compromiso con solvencia, dejando clara su enorme proyección. Al primero le toreó con temple, gusto y excelente trazo en largos y hondos naturales, buenos derechazos y largos pases de pecho, aprovechando la nobleza sosita del toro, al que llevó por abajo de forma impecable. Tras una estocada trasera a un tiempo, se pidió la oreja saludando el torero desde el tercio, cuando bien pudo dar la vuelta.
Ante el cuarto, Delgado estuvo firme, decidido y valiente, ante un toro bronco y con peligro, al que plantó cara con gallardía, arrancando meritorios y buenos muletazos por ambos pitones, Tras una entera trasera el público solicitó una oreja, que al ser denegada permitió al diestro dar una aclamada vuelta al ruedo. Para cerrar plaza se encontró con un toro áspero al que recibió con dos péndulos ceñidos, para a continuación arrimarse de verdad, dejando varios muletazos excelentes.
Leandro, que lanceó bien a pies juntos al segundo, cumplió con decoro ante un astado parado y soso. Sería con el noble y suave quinto, al que el vallisoletano cuajó muletazos largos, hondos y con clase. Bien de verdad Leandro llevando largo y templado al gavira; sobre todo al natural, destacando en los largos y mecidos pases de pecho. El cierre por bajo con trincherillas y cambios de mano pusieron la guinda al pastel, por lo cual tras una estocada efectiva -más no ortodoxa- cortó una oreja.
La cara amarga de la corrida la vivió Fernando Cruz, muy sincero, valiente y dispuesto ante un bronco y peligroso astado, que ya en los muletazos iniciales le demostró al torero sus aviesas intenciones, metiéndose por dentro y haciendo hilo. Firme el diestro, que en brava pelea logró varios derechazos de buen trazo, Por su valor, entereza y firmeza sufrió una fuerte voltereta que le ocasionó dos cornadas. Dejó en alto su pabellón para una próxima oportunidad.
MADRID
Miércoles 15 de agosto.
Festividad de La Paloma.
Un cuarto de entrada en tarde fresca, con rachas de viento fuerte.
Toros de Gavira, fuertes, hondos y serios. Noble y suave el primero, soso el segundo, broncos y peligrosos tercero y cuarto, noble y mansurrón el quinto, deslucido el sexto.
Pesos: 564, 505, 585, 569, 568 y 566 kilos.
Miguel Ángel Delgado (blanco y plata): Ovación tras petición con aviso, vuelta tras leve petición y ovación.
Leandro (gris pizarra y oro con remates negros): Silencio tras aviso, silencio en el que mató por Cruz y oreja.
Fernando Cruz (canela y azabache): Herido, no mató ninguno.
Fernando Cruz sufrió “dos heridas por asta de toro. Una en hipogastrio con una trayectoria ascendente penetrante en cavidad abdominal de 20 centímetros que contusiona el colon y mesenterio, observándose hematoma retroperitoneal. Y otra en cara anterior interna del muslo derecho, con una trayectoria ascendente de 10 centímetros que alcanza al fémur y se extiende hasta el arco crural y retroperitoneo. Pronóstico muy grave. Dr. García Padros”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario