Firmeza y entrega fue la que ha dejado demostrada toda la tarde Antonio Barrera, quien se le anuncia tras este triunfo en Tovar en plazas como Valencia, Maracaibo y Mérida próximamente.
* Orejas, rabos e indulto en la segunda de la Feria de la Virgen de Regla
Rubén Darío Villafraz
TOVAR, Enviados especiales.- El signo de la corrida de ayer se marcó en el quinto toro de la tarde. Antonio Barrera culminaba así lo que era una de sus actuaciones más completas en arenas venezolanas, y el delirio en la plaza no se hizo esperar. Los pañuelos afloraron con espontaneidad y pasión y ello generó, que de lo alto de la presidencia, Don Silvio Peña, Juez de Plaza, como le llaman en México, se desatara a soltar trofeos. Primero fue las orejas, a quien las merecía, luego fue el rabo del toro, y de postre la vuelta al ruedo estos últimos premios, tomándonos de improviso tamaña generosidad. Si hacemos recuento de lo que sucedió en dicha faena y tomamos balance de cómo se premió, estaríamos hablando de una actuación supremamente cumbre. No lo fue, y si nuevamente rebobinamos el “cassette” señalamos que su faena ante el segundo tuvo mayor dimensión que la anteriormente señalada. En fin, cosas que pasan en los toros, y en plazas venezolanos sin excepción alguna.
Cartel de gran atractivo el que se barajaba ayer en el marco de la Feria de la Virgen de Regla 2009. Al socaire de este se encontraba la presencia del diestro debutante Javier Conde, por quienes muchos apostaban al aroma de su toreo heterodoxo. El casi lleno que se observó levanta el animo de una feria de entradas pobres, tal y como se comprobó en la novillada de apertura y en la primera del abono.
Toros de Hugo Domingo Molina, caracterizado por su discreta presencia la mayoría de los pupilos que a nombre de sus hierros, algunos de estos (como el 1º de la tarde) indignos para una plaza la cual dicen llevar al rango de coso de primera categoría. “Gato por liebre” que mete oportunamente el ganadero taribeño, que se salvan porque a final de cuenta los bovinos que lleva a las plazas, por lo menos les cortan las orejas, ofrecen espectáculo y todo mundo “borracho” de triunfalismo sale feliz de los tendidos, pero en realidad, estamos siendo testigo de una mentira, como muy bien hemos denunciado.
En esta ocasión la terna de espadas se ha encontrado con material de lucimiento que ha dejado ver las cualidades que cada uno atesora. Conde ha pasado de puntillas en sus dos actos; Barrera dejó sentenciado, como en los clásicos ciclísticos, la feria con nombre propio para el trofeo de la feria; y Vanegas, ha dejado sentado que su veteranía fruto de sus siete años de alternativa no han sido en vano. De la mejor de las veces que le hemos visto, lejos del adorno inoportuno y el toreo efectista.
CONDE, EL GRAN ESPERADO… NUEVAMENTE DEJA LOS “CRESPOS HECHOS”
Decíamos en la introducción de esta crónica que el gran atractivo de esta corrida era el debutante diestro malagueño Javier Conde. Casi toda la plaza iba esperanzada en ver las cualidades que adorna un torero singular, de clase muy aparte, donde el enigma e inspiración son elemento clave en su concepto.
Ayer en ninguno de los dos toros por las cuales se le contrató hubo nada de esto. En su primero, las opciones de lucimiento quedaron resumidas a meros intenciones, pues las gesticulaciones catatonicas en nada quedaron ante el “chivo con cuernos” que tuvo enfrente. Solo una corta tanda por la zurda fue esbozo de lo que pudo ser. Al quinto viaje con el acero toricida, dejando media estocada caída y contraria, daría culminación al acto que aperturaba función.
Similar rumbo tomó la faena ante el cuarto, labor donde los genuflexos muletazos de prologo fueron lo más artístico, pues lo demás vino en series por ambas manos deslavazas, sin sentimiento, ni emoción alguna, como penitente vestido de torero, ante así mismo un toro sin clase alguna por ambos pitones. El espadazo contrario, trasero y caído dejó en silencio sepulcral una actuación con más pena que gloria. Cosa curiosa, ambos toros que despachó fueron los más anovillados de un conjunto desigual de presencia, con excesiva presencia del “serrucho”.
BARRERA DA EL ALDABONAZO A UNA FERIA CON NOMBRE PROPIO
Grato sabor de boca ha quedado en el sentir de la mayoría de aficionados la doble presencia en la feria del sevillano Antonio Barrera. Ha sido la de ayer la prueba más fehaciente de cuando un torero está embalado, hasta los toros malos le embisten. Ocurrió con su primero, animal con una cornamenta más propia para un acto de rejones que una lidia a pie, donde el suave toreo por verónicas a pies juntos dejaría impreso a que venia el torero de Navas de San Juan.
El susto de la tarde se lo llevó el atestado personal presente en el callejón cuando en el cumplimiento del primer tercio saltó el toro al callejón. El desespero no se hizo esperar, y ante ello las carreras y los saltos dieron rienda suelta a una reflexión, sobre lo peligroso que resulta un recinto como este, donde aproximadamente ayer había 400 personas, muchas de ellas sin cumplir un oficio o cometido especifico para estar allí.
En la muleta Barrera se haría de las embestidas no fáciles de un astado que a cualquier otro torero le hubiese puesto en apuros. Para Antonio Barrera no lo fue, pues aguantó las probaturas por el pitón derecho, por donde se ceñía. El inicio rodillas en tierra, así como la tanda por la derecha que se jactó de cincelar en los medios fueron la clave de una faena que fue a más, siempre y cuando el torero mantuviera la firmeza y disposición con la que se desenvolvió. El poderío de su muleta en especial una inspirada tanda por naturales, así como los remates finales de una labor en su justa dimensión y duración dieron pie a que tras el certero espadazo, ligeramente desprendido diera pie a la unánime petición y concesión de las dos orejas.
La otra historia vino en el quinto de la corrida. Sería esta una faena sin la trascendencia de la anterior, pero si un compendio de lo que ha sido la presencia de este torero a lo largo de la feria. El inicio de faena muleteril, a pies junto cerrado a tablas marcaron el curso de lo que luego fue una labor de raza y ambición. Tomó especial relevancia el final de actuación, dejándose literalmente todo de sí, incluso llegando al extremo de dejarse encunar como fue un ajustadísimo pase de las flores en las postrimerías. Los tres cuartos de espada, trasero y caídos, fulminantes dieron pie a la exorbitada petición de trofeos, los cuales accedió en este caso, el rabo y la vuelta al ruedo al toro, mera anécdota ante un triunfalismo que se espera redunde en taquilla para el día de hoy.
VANEGAS EN SU MAYOR DIMENSIÓN CONVENCE
No es ser mezquino, honor a quien honor merece. Así podemos resumir la actuación que ayer, ante el último de la tarde se prodigó “El Torero de Seboruco”, a quien le hemos visto en su mejor y mayor dimensión.
«Tovareño» de nombre, un morito de noble y largo recorrido sería protagonista de esta gran obra para un torero curtido en recursos técnicos para la lidia. Todas ellas las dejó aflorar para sacar partido al manantial de nobleza que fue dicho astado, por ambos pitones, en especial por la diestra, donde dejó escritas series largas y templadas que fueron el broche de oro una tarde de toros de variadas emociones en el curso de su desarrollo. La voltereta que recibió en las postrimerías no hizo que acrecentar la solicitud de un indulto trabajado a base de un bravo ejemplar –que también los echa a los ruedos Hugo Domingo- como de la misma manera un torero que ha dicho presente, sin necesidad de las orejas “facilonas” que engañosamente le han encumbrado en lo que hasta los momento no era.
En su primero, el más serio del lote, poco pudo hacer, dado el constante desarrollo de peligro sordo que sacó a relucir un animal, que se vencía por el pitón derecho, tal y como devino en la aparatosa voltereta que recibió en los albores de su trasteo con la pañosa. Tres pinchazos y un descabello le silenciaron su acto en el primero de su lote.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros Coliseo El Llano de Tovar
II Corrida de feria. Sábado 12 de septiembre de 2009
Casi lleno en los tendidos para presenciar la lidia de cuatro toros de RANCHO GRANDE (Hugo Domingo Molina) lidiados en 1º, 2º, 3º y 5º, discretos de presencia, anovillado el que abrió plaza, noble y con recorrido el 5º, premiado con la vuelta al ruedo, de nombre «Peñonero» N° 70 de 478 kilos. Se han corrido dos toros de EL PRADO (Hermanos Molina Colmenares) corridos en 4º y 6º lugar, este ultimo premiado con el indulto, de nombre «Tovareño» N° 21 de 435 kilos.
Pesos: 440, 430, 437, 437, 478, 435.
JAVIER CONDE (Malva y azabache) Silencio y silencio tras aviso
ANTONIO BARRERA (Lila y oro con cabos negros) Dos orejas y dos orejas y rabo
CÉSAR VANEGAS (Corinto y azabache) Silencio y dos orejas simbólicas
INCIDENCIAS:
Destacó en las banderillas Henry Belandria “Piedrita”, en varas, Luis Guimerá.
*** Antes del inicio del festejo la Cofradía de los Caballeros de Nuestra Señora de Regla hizo entrega de reconocimientos al Dr. Jesús Rondon Nucete, Fabio Grisolia Guillen y Nerio Ramírez “El Tovareño”. Igualmente la Peña Taurina Los Rumberos hicieron entrega al Museo Taurino una replica del Santo Cristo de La Grita.
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