Cuando los días del año 2022 caen como las hojas en el otoño es el momento de hacer balance de la temporada.
Rafael Orellana ha cumplido en 2022 metas que tenía guardadas desde hace muchos años, quizás desde el mismo momento de tomar la alternativa. España se le mostraba lejana al espada tovareño, pero no por ello imposible aunque a veces esperar desespera. Uno de los logros importantes de este año para Orellana es haber roto el hielo y torear en ruedos españoles.
Desde hace varias temporadas es un asiduo protagonista de la larga campaña peruana, sumando muchos festejos en los cuales hay mucho mérito escondido bajo las cumbres de los andes. Orellana toreó entre otras localidades en Huaranchal, Carabayllo, donde dio dos vueltas al ruedo en una corrida a la portuguesa, Ollachea donde dio vuelta al ruedo, Ayaviri y Chuquizongo cortando una oreja.
Pero la mente y el corazón estaban puestos en España y el momento llegó, en forma de sendos contratos en Tafalla y Maranchón. En Diezma (Granada) en el festival de su debut el 14 de agosto junto a Serafín Marín y el novillero Tiago García, toreando al natural a un toro de Talavante fue arrollado, sufriendo cornada en el escroto con exposición de testículos, fuerte contusión costal izquierda y erosiones. Doloroso percance que le hizo perder la corrida del día siguiente.
Forzando los plazos se recuperó para debutar en Maranchón el 27 de agosto con toros de Enrique Ponce, Víctor y Marín y David Parra, alternando con el rejoneador Felipe Alcaraz, Santiago Mujica “El Sargento del Perú” y Yannis Djenibla “El Adoureño”. Vestido de verde manzana y oro, Orellana cuajó una gran tarde cortando cuatro orejas, para viajar a Venezuela.
En la feria de Tovar el 10 de septiembre ante toros de El Capiro, alternando con Curro Díaz y Miguel Ángel Perera, se mostró pletórico con un mejorado concepto. Cortó las cuatro orejas a los toros “Relicario” y “Andariego”, saliendo a hombros y siendo el triunfador de la feria.
Un año importante para Rafael Orellana que encara 2023 con renovada fe y optimismo, en su mano está seguir escalando la montaña donde están sus sueños.
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