Festival del Country Club merideño, un exito

Alumnos de las Escuelas merideñas y sus sueños 

¡Enhorabuena!…. al Mérida Country Club

este sábado 22 en Mérida
A Casa llena se realizó su festival de aniversario

por: Jorge Cepeda

Se realizó el festival Taurino en el Mérida Country Club con motivo del LXXXIV aniversario de ese prestigioso sitio de reuniones y esparcimiento privado de muchos empresarios y familias merideñas. Un espectáculo a casa llena en la placita “César Faraco”, muchos aficionados y taurinos, sin dejar de mencionar a la gran cantidad de niños que se hicieron presentes, dentro de los cuales las escuelas taurinas de Tovar y Mérida.

El festejo se inició con un reconocimiento por los treinta años al maestro Erick Cortéz, donde se le hizo entrega por parte de autoridades del Club por el presidente Iván Alarcón. El torero maracayero fue el que abrió el festejo donde la primera vaquilla de El Trébol le dejó estar a gusto. Dejando en la retina de los presentes sus buenas maneras de interpretar el toreo y su experiencia en años de conocimiento. Larga faena a una vaquilla que se dejó y que permitió a los alumnos de la escuela tovareña darle unos pocos muletazos al finalizar esta lidia el maestro aragüeño dio la vuelta al anillo.

Jonathan Guillén con la segunda un poco más incómodo que poco le dejó hacerle cosas importantes, le fue llevando a media altura para darle dos o tres series y luego se la dejó a los alumnos para que la retentaran pronto.

Hubo una exhibición por parte de los alumnos de la escuela taurina "Humberto Álvarez” que dirigen los maestros Mauro Pereira y Kike Torres, que hicieron explotar alegría a los presentes que vieron los dotes de los pequeños estudiantes aspirantes a ser toreros en esta difícil profesión.

Al tachirense Fabio Castañeda lidió una vaquilla jabonera de una buena nota que le dejó estar reposado y a gusto. Su faena fue larga y bien planificada, de verdad, el torero disfrutó de esa vaquilla que fue brava. Dió vuelta al ruedo. 

La cuarta de la tarde le correspondió al ganadero y aficionado práctico Augusto Rodríguez que actuó con una jabonera que le dejó estar bien aunque la suerte no fue mucha, pero si le dejó darle muletazos que remataba bien a la cadera y gusto también de la vaca que al final se le entregó.

La última, le correspondió a Jonathan Guillén pero tampoco la suerte estaba con él, de todas maneras la gente disfrutó cuando se la dejaron a los pequeños toreros que pudieron calentar sus pequeños capotes y muletas. 

Al final del festejo el remate fue un Concierto de Pasodobles con la Banda Taurina de la Mesa de los Indios.