El festejo en Valencia dejó ver que tenemos dos toreros de calidad. Foto: Juan Carlos Carrero
por: Fabián Díaz Sánchez
Saludos afición… y para todos los espectadores que acuden a las novilladas y corridas de toros; la verdad es que estoy contento, yo no sé qué es lo que siento, como dice nuestra canción criolla. Lo que hemos visto este domingo 29-11-15, en la Monumental Bernardo Valencia ha sido una gran novillada de postín, con esta nueva rivalidad entre Jesús Enrique Colombo y Manolo Vanegas quienes confirmaron en el ruedo valenciano que sus triunfos allende mares, en España y Francia, tenían razones suficientes.
Vamos a la novillada: Novillos de Laguna Blanca y Campolargo con promedio en la báscula de 388 kilos; bien presentados, con excepción del quinto: de menor peso y manso; pero se fue sin una oreja por el valor de Manolo Vanegas. En su primero, un negro listón de poco recorrido, Vanegas comenzó con unos doblones para meterlo en la tela; le quiso hacer faena, pero el novillo no se prestaba para el toreo; lo mató de una estocada entera; aplausos.
El segundo de Vanegas fue el novillo de la tarde, de nombre Leña Fina, con 410 kilos, colorado ojinegro de Laguna Blanca; lo recibió con dos largas de rodillas, pasándole los pitones rosándole el traje de luces; tanda de verónicas con las manos bajas y muy ceñidas al cuerpo; estuvo fenomenal con la capa. Luego el comienzo con la muleta rodilla en tierra, con una tanda con la mano derecha; siguió de pie con tandas con la derecha, bien ligadas; una con la izquierda que hizo sonar la música, otra con la izquierda, un pase en redondo citando de espalda; el novillo tenía buen recorrido por ambos pitones; el público estaba enloquecido; mató de media estocada en buen sitio que tumbó al novillo sin puntilla; 2 orejas y vuelta al ruedo para el encastado Leña Fina.
Con su tercero, novillo manso, protestado por el soberano, se llevo 2 varas, Vanegas pudo darle 2 tandas con la derecha y otra con la izquierda, el novillo desarrollo sentido y lo empitono en 2 ocasiones, Vanegas con mucho valor le logro sacar otras tandas de mucho merito, lo mato de estocada sin puntilla, para arrancarle la oreja.
Jesús Enrique Colombo: Le salió un primer novillo colorado, ojo de perdiz, de nombre Tablero con 398 kilos; lo recibió con una larga de rodillas; el burel tomó una vara; Colombo clavó dos pares en el morrillo con mucha seguridad, brillante en banderillas; comenzó de muleta con tres pases por alto, muy quieto; el astado algo distraído, pero logró meterlo en la muleta y sacó tandas en redondo con la derecha; sonó la música, faena a base de la mano derecha muy bien ligada, luego manoletinas; mató de estocada un poquito trasera que tumbó al novillo; petición unánime, dos orejas.
Con su segundo, lo mejor de Colombo fue el tercio de banderillas cuando invitó a Manolo Vanegas; clavó un par al violín, y Colombo puso dos pares en el morrillo; bonito tercio. Este ejemplar no tenia recorrido; lo mató de una estocada; aplausos.
Con el último de la tarde, de 376 kilos, negro zaino bizco del pitón izquierdo; le ejecutó buenas verónicas y remató con una larga de rodillas; venía Colombo por el desquite, porque Vanegas llevaba tres orejas; Colombo saco la raza, clavó tres pares de banderillas en todo lo alto; comenzó de rodillas con la muleta en la mano derecha; luego, tanda con la izquierda de pie, poco recorrido del novillo; sin embargo, logro sacarle dos redondos citando de espalda; música; mató de una estocada, tardó en caer el morlaco y ejecutó un solo descabello para tumbarlo. Petición de oreja del soberano, que merecidamente concedió el presidente Fernando Yamín, quien estuvo acertado y justo en la autoridad.
Para concluir, creo que tenemos dos brillantes de novilleros a quienes hay que seguir puliendo; reitero que pueden llegar muy lejos; les pido a Jesús Enrique Colombo y Manolo Vanegas, con la mejor intención, que tengan siempre humildad y serenidad, porque vendrán mas triunfos y la fama a veces, hace ver distinto.
Enhorabuena al estado Táchira y a la afición taurina venezolana; tenemos toreros de calidad; por otra parte, los ganaderos tienen la palabra, hay que impulsar la ganadería brava.
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