por: Jesús Ramirez “El Tato”
El mundo del toreo es tan mágico y sorprendente, que muchas veces las orejas no dan cuenta de lo que han podido presenciar y disfrutar los aficionados. Varias orejas se fueron al destazadero por erráticos aceros, pero en la retina quedó la entrega decidida de Javier Silva, el arte exquisito y puro de “Leonardo de Maracay” y los derechazos de temple y armonía de José Alberto García.
Bien presentados los tres toros de “Tierra Blanca” que sustituyeron a tres impresentables de Campolargo que la Comisión Taurina rechazo. Dos buenos del hierro de Saúl Porras con recorrido y presencia del encaste de la casa y dos bonancibles de la divisa yaracuyana.
JAVIER SILVA TIENE LA PAPELETA
El moreno diestro no se baja del tren de los triunfadores. Decidido y firme estuvo con el inicial tierrablanqueño de 495 kilos que picó arriba William Hidalgo. Una faena medida por derechazos de quietud rematados con el de pecho. Naturales con temple que obligan la música para tomar nuevamente la derecha. Tarda el toro en doblar un aviso suena y tras la petición de oreja dio aplaudida vuelta al ruedo. En el otro salió a arrasar recibiendo a portagayola para resultar zarandeado al quebrar en banderillas. Faena de entrega y decisión iniciada de hinojos con pases por alto, derechazos que obligan la música, luego los naturales largos para despachar de estocada y descabello y recibir la que sería la única oreja de la tarde.
LA SORPRESA GRATA DE JOSE ALBERTO
Los años que tenía sin vestir el áureo traje el espigado cagueño y sale como en su casa, sereno y dispuesto para el triunfo. Vaya derechazos de lujo, con temple y gusto quedando colocado para repetir las tandas. Los naturales que el de “Tierra Blanca” permitió y la música sonando. Una faena medida, equilibrada y consciente que por culpa de la espada quedó en solicitada oreja y aplaudida vuelta al ruedo. Otra cosa era el de “Tierra Blanca” lidiado en quinto lugar que solo permitió a José Alberto estar valeroso y decido hasta pasaportar.
ARTE PURO DE “LEONARDO DE MARACAY”
Habrá toreado alguien con mas arte este año por nuestra plazas?....Buena pregunta para indicar la magnitud del artístico toreo que imprimió el joven espada, al que no le hicieron falta las orejas para dar la vuelta al ruedo con un sabor torero indescriptible. Una oreja discutida y que nada habría abonado al toreo puro, artístico, soñado que imprimió el espada con singular personalidad. Vaya trincherazo de lujo, ole a los derechazos de mano vencida y esos recortes de torero antiguo con rictus torero distinto. Que torerismo mágico inundó la plaza. Daba gusto ver a “El Rubi”, Erick Cortéz y Jose´Cariel de pie aplaudiendo los muletazos como unos aficionados mas. Lo que se perdió mi amigo “El Vito” que se dejó llevar por el pesimismo. El toro no se echó pronto, pero Leonardo dio una vuelta al ruedo con el peso de dos orejas, con sabor a triunfo legítimo. El sexto no era para florituras y estuvo el cagueño valeroso sin tener tela donde cortar dejando otros muletazos con la diestra de buen gusto.
Bien las cuadrillas con varas arriba de William Hidalgo y buenos pares de Eduardo Graterol, Diego Guillén, José Antequera, Mauro David, Fabian Ramirez y con buerna brega de Graterol y Gerson Guerrero.
En la enfermería el mÉdico jefe atendió al matador Javier Silva de cornada envainada en el glúteo izquierdo con traumatismo y lesión muscular y al banderillero Javier Fuentes de herida contusa en región occipital saturada con tres puntos y escoriación en la región glútea izquierda.
Tarde indudablemente para el recuerdo artistico. De esas que hacen historia y convocan aficionados y que además vencen a los pesimistas y a las aves agoreras de viejo cuño que a lo mejor no pensaban en el éxito artístico del festejo.
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