por: Kike Rosales
Cuando lo llamamos a Jesús Enrique Colombo para el programa “Desde La Barrera” del sábado 7 confesaba con alegría –tengo 5 horas entrenando, jugué tres partidas de paddle y las gané todas-insiste que nunca deja de preparase, que siempre está por arriba de todo, ser torero.
Con los 18 años cumplidos recientemente cuando habla de toros el tono de voz cambia, la seriedad con que aborda el tema muestra una madurez en lo taurino que enseña la sensatez con la que mira su carrera.
Indicaba que estará unos quince días en el país para luego regresar a España, dijo que la próxima temporada será la de plazas más importantes, pero en este momento –mi mente está en Valencia-.
Indicaba sobre su alternante Manolito Vanegas “es un guerrero” con un tono de respeto incluido y al mismo tiempo dejando entrever que la idea es salir adelante, que un triunfo se valora mucho también por la importancia del rival.
Nos dijo sorprendido no entender cómo es posible que en Venezuela sea tan difícil contratar los toreros Venezolanos, pensó incluso que no vendría a torear, cuando aparece la fecha del mano a mano del 29 de noviembre, lo cual lo ha tomado con entrega total.
Cuando escuchábamos ese tono de amargura en la voz del joven sobre las “trabas” que se aparecen cuando de contratar toreros del patio salen, se nos vino a la mente una frase atribuida al gran Cesar Girón, “Venezuela nos es una muy buena madre que digamos, pero eso sí, es excelente madrasta”, ojala y en Valencia el 29 el sentido “maternal” de la Venezuela taurina se despierte.
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