Corrida en homenaje al LXXVI Aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana. Foto: Rafael Orellana - Jorge Cepeda
por: Víctor Ramírez “Vitico”
José Luis Rodríguez y Rafael Orellana compartieron la salida a hombros por la puerta grande en la corrida homenaje al LXXVI Aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana, celebrada en el coliseo El Llano de Tovar, ante un encierro muy chico y terciado de Juan Campolargo, que se prestó al lucimiento de ambos toreros.
José Luis Rodríguez demostró toda la tarde su oficio ante un lote de toros desiguales de juego, uno mansurrón pero noble y otro más encastado. Ante el que abrió plaza, destacó José Luis en un templado saludo, encelando con facilidad al toro al que clavó en todo lo alto rejones de castigo y banderillas, siendo el punto álgido de la faena un gran par a dos manos, todo un canto a la precisión de citar, parar, templar y clavar. Tras dos cortas arriba, cobró el caballero un rejón que hizo pronto efecto y paseó la primera oreja.
Con el tercero, destacó de nuevo José Luis por su templada monta, perfecto juego de terrenos y un bien sustentado oficio. Bien con los rejones de castigo y muy ligado el tercio de banderillas, con varios rehiletes en lo alto del morrillo, para rematar con dos banderillas cortas ceñidas y vibrantes. Certero con el acero cortó una merecida oreja.
El primer toro de Rafael Orellana se lesionó en su encuentro con el picador, siendo sustituido por el sobrero de la corrida, un toro muy chico, que sin embargo dejó estar a gusto al espigado diestro local. Orellana, que había lanceado con suavidad con el capote, se mostró fácil, con sobrado oficio. Lo más redondo del trasteo fue una honda serie de naturales, largos, templados y con ritmo, sin duda los mejores muletazos de la tarde, que de haber sido ejecutados ante un toro con más presencia hubiesen sido de verdadera categoría. Rafael Orellana entró a matar a ley y cobró una excelente estocada, que tiró sin puntilla, para recibir las dos orejas.
Ante el cuarto no brilló a la misma altura el matador, sincero y entregado, pero poco resolutivo. El toro, chico como sus hermanos, fue encastado pero con él, Orellana fue un torero voluntarioso, que casi no encontró las distancias, ahogando la embestida. Por ello, no estuvo a gusto, ya que el astado se vencía, quedándose corto, no dando opción al espada, que pegó muchos pases, deslucidos por los enganchones. El público, alegre y festivo pudo premiarle con una tercera oreja pero tras una entera atravesada que no hizo efecto, Orellana falló varias veces con los aceros.
Ficha de la corrida
Plaza de toros de Tovar.
Domingo 4 de agosto.
Corrida en homenaje al LXXVI Aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana.
Cuatro toros de Juan Campolargo, primero y tercero para rejones. Chicos y terciados. El segundo fue devuelto al lesionarse en el tercio de varas, le sustituyó el sobrero, del que no se dieron datos. Mansurrón y noble el primero, encastado el segundo bis, noble el tercero y encastado el cuarto.
Pesos: 428, 425 y 425 kilos.
Poco más de un cuarto de entrada en tarde templada y fresca.
Rejoneador José Luis Rodríguez: Oreja y oreja.
Rafael Orellana, de canela y plata con remates negros: Dos orejas y silencio tras aviso.
Las cuadrillas cumplieron.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario