Fiesta brava en río revuelto Dibujo: María Graciela Lobo
Recuerdo mucho que mis ancestros cuando había encontronazos entre familiares, por opiniones diferentes sobre determinado tema, manifestaban “el que le pega a la familia se arruina” y en las circunstancias que se vive y convive en la Fiesta Brava Venezolana, con la controversia taurina latente, hoy día, entre aficionados, ante las expresiones que algunos, fuera de tono, crean un ambiente que en vez de favorecer a nuestra afición y pasión, se convierten en caldo de cultivo para los adversarios, que no pierden tiempo.
En las redes sociales taurinas, en los grupos que han sido creados, para promocionar e informar sobre el acontecer taurino en nuestro país, últimamente han surgido criterios encontrados que generan una controversia taurina que no favorece para nada, crea un ambiente enrarecido, lo menos que contribuye es a promocionar y defender la permanencia de la Fiesta de Los Toros, como debería de ser y en sus efectos, se nada en río revuelto, “se le da comida al enemigo” dirían los abuelos.
De un tiempo para acá, para no decir que siempre, en las redes taurinas venezolanas, si se publica algo que no le gusta a otro miembro del grupo, “le caen a palo limpio”, “le dicen hasta del mal que habrá de morir”, se critica de una forma irrespetuosa y paremos de contar. Es toda una controversia taurina, innecesaria e incoherente, que por supuesto, en nada favorece a nuestra Fiesta Brava, por el contrario, la lesiona y contribuye al solapado trabajo que en contra de ella, sin argumentos válidos, vienen realizando quienes nos adversan y que decir, “trabajando para el enemigo”.
Así estamos, aunque no quieran aceptarlo, vivimos y convivimos una controversia taurina venezolana, que no tiene razón de ser y punto.
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