El joven César Rincón (izq) y su padre Gonzalo
La muerte lamentable de Don Gonzalo Rincón, padre del maestro del toreo colombiano César Rincón, refleja en buen modo las historias iniciales de muchos toreros famosos.
Quiso ser torero, tuvo vida corta de novillero y terminó siendo fotógrafo taurino conocido como el popular "Mojicon", que muy pronto descubrió condiciones toreras en su hijo, delegando tal responsabilidad en Alfonso Rodríguez Tebadizo, otro novillero de corto recorrido, que en Costa Rica cortó el camino al sufrir fracturas del hombro derecho, pero supo enseñar con sabiduría el ABC del toreo al imberbe torerillo, que recordamos que en un tentadero donde lo llevó en Bogotá, el maestro sevillano Paco Camino al verlo toreando una vaca sentenció: "Ojo con éste chaval".
Abriéndose paso como novillero, los matadores Pedro Domingo y Efrain Olano llevaron a César a España con el apoyo de la casa Lozano, le dieron varias novilladas y lo devolvieron a Colombia todo endeudado, para darle la alternativa en Bogotá con Antoñete y Manzanares el 8 de diciembre de 1982 con toros de António García, y allí lo dejaron a la deriva.
César se fué a México buscando abrir camino y lo descubrió Luis Alvarez. Luego Los Lozano arrendatarios de la plaza de Las Ventas, le quitaron el torero a Luis Alvarez. Lo demás es historia conocida de un torero colombiano que impuso su ley con temple, colocación y el sentido de la distancia.
Después de César y Curro Girón, el bogotano Rincón fué el tercer torero americano en erigirse triunfador de la Feria de San Isidro en Madrid.
Don Gonzalo Rincón, falleció en Madrid aquejado de graves dolencias propias de la edad. DEP
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