Francisco de Manuel cortó la única oreja de la soporífera tarde, El Fandi deja a medias el show en las banderillas
Por. Freddy Ramirez "Garapuyo"
Con buen tiempo y unas, quizás 6.500 almas se efectuó la primera del corto ciclo de corridas de la Feria del Sol, Carnaval Taurino de América. Se corrieron toros de la Ganadería Los Aranguez, disparejos de presentación, a pepa de ojo, dos muy por debajo del peso reglamentario, otros dos lucieron desmochados como para rejones, feos de tipo, descastados, sin raza.
Tarde que se diluyó entre un público festivo; la voluntad de los toreros en tratar de agradar y una banda que estuvo toda la tarde con la firme intención de transmitir a todo volumen la charanga, minimizando el jaleo -los olees del soberano, el que de verdad paga el espectáculo- y el sopor de unos toros descafeinados y sin trasmisión.
“El Fandi”, si bien no encontró tela de dónde cortar, la voluntad con tal de sacar agua de un pozo seco fue agradecida por los múltiples seguidores, no obstante El Fandi, sin estar al tope de sus condiciones dejó a medias el "$how" en banderillas, esta vez, ya no salió airoso galleando en la cara del toro, dónde se adornaba con sombreros, corriendo hacia tras, desplantes, alegría y el delirio del público, en cada par que ejecutó, el banderillero de turno tenía que salir a cortar las embestidas.
En cuanto a Francisco de Manuel, tampoco encontró toros para hacer ese toreo bueno que le distingue, pudo más el temple, el buen gusto, torerismo, voluntad para lucir ante las bobaliconas embestidas del quinto que a la postre le valió el corte de una oreja, la única de la tarde.
Sin haber cortado las orejas José Antonio Valencia, que hacía presentación en Venezuela, se podría decir que fue el torero triunfador de la tarde, el público le acompaño de principio a fin, la raza, casta que le faltó a los toros, la sacó a relucir el jovencísimo torero, sin salirse del toreo clásico, JA Valencia, tuvo que sacar a tope los recursos de aquel “torero de la emoción” el recordado Bernardo Valencia, -a él le brindo un toro- el de su padre José Antonio, raza, ganas de querer ser, las orejas no llegaron por la espada que le jugó una mala pasada.
Frescor, una cara nueva con mensaje renovador, seguramente estará en Tovar, septiembre 2024, San Cristóbal y Mérida 2025.
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