Imágenes de JE Colombo toreando al toro No 34 de Los Aránguez en campo abierto
El tentadero es la prueba máxima de la bravura en el campo; es allí donde las becerras y algunos escogidos toros están llamados a demostrar su raza, entrega y capacidad de lucha, el premio para las hembras es ser madres y para los machos, padrear y seguir dejando estela en la ganadería al paso de los años.
En la plaza de tientas los animales tienen el juego de las querencias, lugares dónde embestir mejor o defenderse durante la lidia; pero a campo abierto, con todas las posibilidades para huir, incluso esconderse, el animal bravo opta por enfrentar al torero que desprovisto de toda posible defensa como un burladero, tablas o incluso callejón, le hace frente con la mayor pureza y riesgo.
Cuando no hay ninguna ventaja para animal y hombre, surge un toreo totalmente desnudo, donde ambos se funden en un ejercicio de libertad, de máxima entrega y exposición. El diestro torea con el alma, el toro o la becerra embiste con toda su entrega porque lo grande de esto es que ambos tienen un mundo abierto y sin embargo se funden en uno solo.
La máxima expresión del toreo nace de la fusión de dos voluntades, del dominio y la destreza de un torero sobre la bravura y casta de un animal, un mágico encuentro que sin duda es uno de los mayores regalos de la tauromaquia.
Imágenes de Jesús Enrique Colombo lidiando un toro de Los Aránguez en Carora, Estado Lara
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