Sábado 18 de Mayo en San Cristóbal


Bono de colaboración desde 10 $ en: Asogata, 
Escuela Taurina César Faraco: Plaza Monumental, Pueblo Nuevo  
Restaurante Miura: Calle 18 con carr. 20, San Cristóbal 
Contacto: 0412 658 4112

10/9/18

Remembranzas tovareñas

Su gente, ingeniosa y hospitalaria por naturaleza, ha hecho que se vaya consolidando una tradición cultural. Foto: actualidadygente.com

por: Eduardo Soto Alvarez

A inicios del ferial tovareño de 2018, a pesar de tanta adversidad y salvo algún inconveniente que pueda sobrevenir a última hora, todo parece estar a punto, el Coliseo remozado, los aficionados expectantes y el pueblo animado como no acontecía desde hace muchos años.

Tales circunstancias, me hicieron recordar unas ideas que escribí para un folleto inédito sobre nuestro pueblo, el cual algún día publicaré, pero que en este ambiente de contagioso entusiasmo, no hay razón para que no vayan por delante, pues Tovar siempre ha sido fuente de inspiración y atracción, para propios y extraños, aunque es difícil que alguien se sienta extraño en Tovar.

El pueblo de nuestra niñez y adolescencia, era una comunidad de cinco mil almas, en donde todos nos conocíamos, éramos solidarios con las penas, alegres con las parrandas y sufríamos con resignación, no exenta de humor, las bromas, a veces pesadas, de algunos paisanos demasiado ocurrentes.

Tovar contaba con excelentes institutos de educación, buen clima, medio ambiente sano, fuentes de trabajo y, por supuesto, nadie se moría de hastío. Los tovareños, hemos tenido fama, bien ganada por cierto, de ser amigos de la buena mesa, la buena copa y de las buenas tardes de toros.

Su gente, ingeniosa y hospitalaria por naturaleza, ha hecho que se vaya consolidando una tradición cultural, no solo por los buenos trabajos de artistas e intelectuales, nativos o avecindados en el pueblo, sino también por las visitas de consagrados cultores de las Bellas Artes, que se sentían cada vez más atraídos, por el mágico influjo del misterioso duende tovareño.

Ese encanto indefinible del terruño, imparte timbre de orgullo al gentilicio y, donde quiera que nos haya conducido el destino, hemos mantenido grabado en nuestro espíritu, aquel pueblo que añoramos y que para siempre se ha ido. Aunque todavía nos queda el consuelo de evocar sus recuerdos, que afloran con renovado vigor en especial durante sus tradicionales ferias septembrinas. Que Dios reparta para todos.

Eduardo Soto Alvarez.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Artículos anteriores