por: Eduardo Soto Alvarez
COMENTARIOS DE UN TOVAREÑO AUSENTE
Aunque no pude estar presente en los recientes festejos tovareños, comparto el generalizado regocijo por el buen sabor de boca que tan oportunamente han dejado en el acontecer taurino del país y, amparado por el gentilicio, me voy a permitir incluso formular algunos comentarios al respecto.
El Coliseo se vistió de gala y con su remozado ruedo, fue escenario propicio para el despliegue de arte y valor, quintaesencia de la Fiesta Brava.
Los toros, más bien terciados pero embistieron, dieron buen juego, varios permitieron lucimiento y dos merecieron honores de vuelta al ruedo; se alega que estaban tocados de pitones, pero la precariedad del país en materia asistencial, tiende a explicar la contravención.
Los matadores del patio ofrecieron pocas novedades y, lamentablemente, parecen haberse quedado al menos estacionarios en su quehacer frente a los toros; el de la dinastía carabobeña agradó y resolvió con distinción sus papeletas. Por su parte, los de la madre patria tuvieron buen desempeño y se quedaron con la tajada de león en materia de trofeos, incluyendo el premio mayor de la Feria.
El público, a pesar de todo, hizo acto de presencia como no se había visto en los últimos tiempos y además, nativos y visitantes, con su comportamiento, honraron la tradición taurina y cultural del terruño.
Las Autoridades Taurinas supieron estar a la altura de las circunstancias y en esta oportunidad, después de muchos años, se puede decir que el balance de su actuación ha sido positivo, aunque le convendría despojarse de los rezagos de paisanaje mal entendido y mantener puntualidad para iniciar los festejos. No obstante, es motivo de particular satisfacción poder congratular públicamente a la Comisión Taurina Tovareña.
Otra razón de complacencia ha sido, sin duda, la Alternativa de Vitico como escritor taurino de fuste. Sus crónicas sobre las corridas del Coliseo, combinan acertadamente el manejo del idioma con el conocimiento y léxico apropiados, lo cual hace su prosa taurina amena e instructiva. Enhorabuena Señor Víctor Ramírez.
Para la novel Empresa, que ha logrado revivir el aletargado espíritu taurino en las riberas del Mocotíes, vayan no solo palabras de felicitación sino de estímulo y mucha suerte en el camino que ahora han emprendido.
En suma, albricias para todos y que la Virgen de Regla nos cubra con su manto, pues el futuro de nuestro país sigue siendo muy incierto y sombrío.
Eduardo Soto Alvarez.
10/09/2018
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