por: Fabián Díaz Sánchez
Saludos afición taurina y público en general; en esta ocasión nos vamos a Cataluña y específicamente a la ciudad condal, la cual tiene su primera plaza de toros ubicada en el barrio marítimo de la Barceloneta; esta plaza se construyó con fines benéficos, los cuales eran destinados a los asilados de la Casa de la Caridad. Esta institución benéfica consiguió del rey Fernando VII, una real cédula en Marzo de 1827, en virtud de la cual se le concedía permiso para verificar corridas de toros, y así beneficiar a la Casa de Caridad.
Esta primera plaza fue inaugurada en 1834 y ya para el año de 1835, tuvo que ser cerrada a causa de unos disturbios que se originaron en la plaza. Debido a una mansa corrida de Zalduendo, el público indignado hizo destrozos a la plaza, cuestión que aprovecharon unas turbas extrañas que tomaron la población, y como estos disturbios se originaron en la plaza de toros, la autoridad cerró la misma por 15 años. En el año 1850 se abrió de nuevo, con el cartel de El Chiclanero y Salamanquino, con reses aragonesas y navarras.
Para finales de siglo, debido al crecimiento de Barcelona, con casi el millón de habitantes, se construye una nueva plaza, denominada Arenas de Barcelona, para 16.000,00 almas, ubicada en la plaza España, en la manzana que forman la Avenida Primo de Rivera, Tarragona, Llansa y Diputación. Se abrió el 29-6-1900, con toros de Veragua y cartel de Luis Mazantini, Antonio de Dios "Conejito" y Antonio Montes. En este mismo sitio de la avenida Primo de Rivera, se construyó la actual plaza Monumental de Barcelona, que abrió sus puertas el día 12-4-1914, con toros del Duque de Veragua para Vicente Pastor, Bienvenida, Vázquez y Torquito. Debido a la creciente afición de La Ciudad Condal, la misma plaza fue ampliada en su aforo y reinaugurada en 1916, con el gran cartel de Joselito "El Gallo", Francisco Posada y Saleri ll, con toros de Benjumea.
Recordemos que en esta plaza adquirió César Girón mucho cartel de novillero; cuando debutó en 1952, cortando tres orejas y saliendo a hombros, para repetir en 22 tardes y hacerse el amo de Barcelona, tomando su alternativa ese mismo año de manos de Carlos Arruza. De la misma manera se la concedió a sus hermanos Curro y Rafael en el año 1956; esta corrida significó un hecho único en España al celebrarse este festejo con tres toreros extranjeros, que para orgullo nuestro eran Venezolanos.
En esta plaza igualmente han recibido su alternativa: Carlos Saldaña en el año 1957, Efraín Girón, 1963; Adolfo Rojas, 1967; Celestino Correa, 1974 y Morenito de Maracay en el año 1978.
Escribo sobre Barcelona también por el hecho de que el Tribunal Constitucional en España anuló la prohibición que recaía sobre la plaza Monumental de Barcelona; actualmente se elabora un proyecto de sentencia para que vuelvan los toros a esta gran plaza. Sería una gran satisfacción la apertura de esta plaza, que tanto ha aportado a la fiesta y a la afición taurina venezolana.
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