por: Kike Rosales
Como muchos otros toreros venezolanos anda por Perú; desde hace tiempo recorre el país inca con su profesión, matador de toros.
Puede llegar a lidiar más de quince corridas en un año, eso le permite vivir dignamente de su trabajo.
Cuenta las dificultades que se viven en Venezuela, sabe que aquí torearía poco.
Pero su idea de poder venir a una feria importante en este su país no le abandona la mente.
Con sentimiento incluido Antonio José nos habló de su vida y también con entrecortada voz nos contó de sus sueños.
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