La actuación de Juan Belmonte en Caracas en 1918, señala un hito en la fiesta de toros en Venezuela. El fenómeno de Triana reveló a los caraqueños el verdadero arte de torear”. Es la opinión de un famoso periodista, Pedro Beroes, quien fue el primer Director de Últimas Noticias, en 1941.
tomado de: Diario Ultimas Noticias - por: Eleazar Díaz Rangel - domingo 2-11-2014
1 Era el año de 1788, cinco años apenas tenía el niño Simón Bolívar. Pues bien el 5 de enero, el Teniente de Justicia Mayor de Santa Lucía (donde dos siglos después hubo un equipo de beisbol llamado “Luciteños”) ordenó la detención de un esclavo de Doña Isabel Monroy. ¿Y saben ustedes cómo era? Se trataba de un “mulato, zurdo, fornido y picado de viruelas, ejercitado en hacer de banderillero en las corridas de toros”. Es decir, que se movía por las diversas plazas de las vecindades de Caracas. Fíjense en ese año. Ni el mariscal Sucre había nacido. Así comienza Carlos Villalba su libro “Del toreo de las luces al toreo de las Indias”.
2 Los días 3, 10 y 17 de julio de 1825 se celebraron corridas de toros en el Cuzco, en homenaje a Simón Bolívar, que visitaba esa región. La tercera tarde contó con toreros, o capeadores de a pié, como se les llamaba, rejoneadores, banderilleros, y picadores; Fermín Peña toreó el quinto, llamado Bolantuso, mientras “la música se metía en los tendidos”, según Asdrúbal González en “Bolívar viaja al eje de la tierra”. Peña llegó hasta el palco donde estaba Bolívar y gritó: Brindo por el Marte de Colombia, por el César de América. Bolívar lo saludó de pié, y poco después se volvió a levantar y aplaudió cuando el toro fue muerto de una sola estocada. No sé si desde entonces dicen que no hay quinto malo.
3 “Hasta 1896, fecha inaugural del Gran Circo Metropolitano, casi no puede hablarse, al menos en serio, de corridas de toros. Lo que por entonces se hacía con ese nombre era un espectáculo que oscilaba entre lo bufo y lo folclórico. Después de 1896 ya se nota algún progreso. Empezaron a venir toreros españoles, naturalmente de segunda o tercera fila, o algunas figuras ya en decadencia. La actuación de Juan Belmonte en Caracas en 1918, señala un hito en la fiesta de toros en Venezuela. El fenómeno de Triana reveló a los caraqueños el verdadero arte de torear”. Es la opinión de un famoso periodista, Pedro Beroes, quien fue el primer Director de Últimas Noticias, en 1941.
4 Francisco Pimentel, Job Pim, fue un popular humorista, periodista, poeta, que escribió en el año 18, cuando se fundó el primer Magallanes, que lo acabó la gripe española, un poema del cual extraigo sus primeros versos:
“Caro lector, supónte
qué singular y enorme algarabía,
habrá en Caracas
hoy a mediodía
gracias a Juan Belmonte.
Se puede asegurar que
desde el día
que llegó a esta ciudad el gran
espada,
tal cantidad de gente se traslada
del interior a aquí,
que hay un aumento
en nuestra población, de un tres por ciento.
La capital es pues un hervidero
que ha sacudido su habitual
marasmo;
y es tanto el entusiasmo,
que hay por ver al fenómeno
trianero
que muy probablemente, para ver desde sitio conveniente
el autor de los táuricos meteoros
se llevará su almuerzo mucha gente a la plaza de toros.
5 Cuenta Carlos Salas en su ya famoso y tan citada “La Fiesta Brava en Caracas”, que “uno de los sucesos más trascendentales en la historia de la tauromaquia venezolana fue, sin duda, la inauguración de la plaza de toros Nuevo Circo de Caracas, construida en el sitio donde antiguamente estuvo el Matadero Municipal de la ciudad, cuya iniciativa se debió al general Eduardo G. Mancera, quien fundó, con un distinguido grupo de empresarios y aficionados a la fiesta brava una sociedad que denominó “Empresa Sindicato Unión”. Luis Muñoz Tebar y Alejandro Chataing fueron sus arquitectos. La primera corrida fue el 26 de enero de 1919, con los toreros españoles Serafín Vigiola, Torquito y Alejandro Sáez. Lleno hasta las banderas. Aplausos para el Torquito, quien mató al 5º, siempre el quinto, de una sola vez. Primera oreja en el Nuevo Circo. Por la noche pasaron la película El Conde de Monte Cristo.
6 Los primeros toreros venezolanos en tomar la alternativa en Madrid fueron Eleazar Sananes, Rubito, (¿Nunca han escuchado su pasodoble?) en 1922, y Julio Mendoza, hijo de torero, en 1927. Cada uno tenía sus peñas.
7 “Fragua de Toreros” es una historia del toreo en Maracay investigada y escrita por El Vito, ustedes saben, mi estimadísimo Víctor López. Ofrece algunos antecedentes de la fiesta brava en Aragua. En las ferias de Maracay desde enero de 1905 fue surgiendo una afición taurina en esa ciudad, “otras plazas fueron construyéndose de acuerdo con los requerimientos de la fiesta hasta que en 1933 se inaugura la Plaza de Calicanto, como inicialmente se le llamó”. También se formaron las primeras ganaderías, que, por supuesto, compró el dictador Juan Vicente Gómez o sus hijos y, con el tiempo, los primeros grandes mataores, como los Girón y el más reciente en retiro, José Nelo. Si no saben su nombre, aquí se los voy a escribir: Morenito de Maracay.
8 Hace poco, a fines de 2009, cuando los catalanes levantaron las banderas para acabar con el toreo en Barcelona, pues “eso es muy español”, dicen que decían, el académico Javier Marías escribió en un diario de Madrid “Quienes pretenden acabar con las corridas, en suma, lo que pretenden es extinguir una especie, que sin ellas no sobreviviría… Si eso da buena conciencia a los antitaurinos que me expliquen los motivos. Porque suponiendo que los taurinos son “torturadores de animales”, los enemigos de las corridas resultarían ser exterminadores de animales. Y, francamente, entre los primeros y los segundos, prefiero con mucho a aquellos que, al menos, le causan una muerte en combate tras permitirles una vida. Estos ni siquiera consentirían que tuviesen vida, ni que perdurase el toro bravo”.
Y a propósito, cierro este tema con el ya mencionado Villalba: “Por regla general, aquellos que defienden los animales de los horrores que otros le causan, terminan comiéndoselos. Les espanta verlos en el ruedo, mas no los espanta verlos en el plato”.
9 El cartel del domingo 1º de octubre de 1950, a las 4.15 de la tarde, en el Nuevo Circo de Caracas, anunciaba una gran tarde con seis novillos-toros, con cuatro de reserva, para el “debut de los novilleros venezolanos triunfadores e ídolos de Valencia, Maracay y Barquisimeto: Lo esperado por todo Caracas CÉSAR GIRÓN y MORENO SÁNCHEZ”, (¿no sería el conocido Diamante Negro?). Un extraordinario mano a mano con Hilario López como espada de reserva. El programa se desarrollará “Si el tiempo no lo impide con el permiso de la autoridad y bajo su presidencia una gran novillada en la que serán lidiados, banderilleados y muertos a estoque seis toros novillos de Cayetano Pastor”.
10 El 29 de junio de 1997 es una fecha para no olvidar. Esa tarde torearon en mano a mano Alejandro Silveti y Leonardo Benítez, fueron muy aplaudidos y ambos salieron en hombros por la puerta grande.
Después se supo que sería la última corrida que habría en el Nuevo Circo.
¿POR QUÉ ESTAS TAURINADAS?
Sencillamente porque el jueves 06/11, a las 9 am, aquí en el edificio del Grupo ÚN, en la avenida Rómulo Gallegos, tendremos un foro sobre las corridas de toros, su nunca bien llorada desaparición en el Nuevo Circo y la importancia en la cultura venezolana. Por primera vez en un foro nuestro, los expositores no están invitados de acuerdo a sus creencias o tendencias ideológicas y políticas, como han sido todos los anteriores, sino que vendrán tres partidarios de la fiesta brava y tres adversarios, y cada uno podrá exponer sus opiniones libremente, y el público, formular sus preguntas. Suena interesante.
muy intersante ahi se debe buscar el entendimiento y las razones, que se exponen los profecionales de la fiesta brava asi como los aficionados, ante la inracionalidad de los llamados antitaurinos, no mas en una breve nota de esta taurinadas se dise todo loq ue desea muchos de los que estan en contra de los toros solo y simplemente exterminar una especie como se puede llamar esto? SE LLAMA MAGNICIDIO ANIMAL CONTRA EL TORO BRAVO
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