Un acto de fe.

No entender la fuerza comunicacional es tan peligroso como los que dicen que a los toros se le pone “Vaporub” en los ojos para que no embistan; ese desaprovechamiento de los medios va unido a una posición bucólica, y además arcaica, de las empresas taurinas del país. Foto: nerdcast.net

Desde la Barrera, 13 de abril 2013

por: Kike Rosales

La lucha de muchos del mundo del toro en este país, es porque la salud de la misma mejore. El hecho es que a esa salud no se le ve por ningún lado pronta recuperación. La dirigencia está metida en un marasmo vergonzoso: ganaderos, empresarios, y autoridades; la crónica tampoco está excluida, esta última es quizás la más vilipendiada. La falta de apoyo, por parte de la mayoría de medios de comunicación, a la noticia taurina, sucede desde hace tiempo sin observar mejoría del enfermo.

Dos medios a nivel nacional se encargan de escribir sobre toros; la televisión no tiene espacios. Con lo anterior no me refiero sólo a programas para este fin; es que los noticieros no reflejan lo que ocurre, al menos de manera informativa, en relación a las corridas del país. En la radio se hace un esfuerzo a nivel regional, pero eso obedece al pulso de los que compran un espacio tanto para los programas que hay en San Cristóbal (que es la ciudad que más programas taurinos tiene, casi seis semanales) como para la transmisión de las corridas; de no ser así, en Venezuela no se hablaría de los toros.

Dentro de la dirigencia del mundo taurino existen quienes no conocen el valor que tiene la información. En la reciente Feria de San Sebastián no se permitió transmitir por televisión con la excusa de que era una petición de los matadores contratados. Por razones circunstanciales yo viví hace algunos años una situación de ese tipo, la empresa Ganadería Bella Vista, no se pegó tanto a esa imposición. La verdad es que la difusión del espectáculo y el beneficio que ello traería, no lo valoran; piensan que si se transmiten corridas a las 11 de la noche o en la semana siguiente, no se movería la taquilla; tesis de verdad frágil.

Una persona me decía que aquí no se podía dar información taurina porque todo el mundo de los medios pedía un “sobre”; es decir, dinero por informar. No saber diferenciar lo que es información o campaña publicitaria, muestra un desconocimiento vergonzoso; tanto, que la política informativa de las empresas taurinas es de verdad lastimosa, pues la misma casi no existe. Se utilizan anuncios en un carro circulante o promociones en la radio que en la mayoría de los casos sirven como pagos por derecho de transmisión. Es eso lo que se estila desde hace años, no ha habido cambios. La nueva sociedad y sus avances pide a gritos que se busquen nuevos horizontes informativos para lo taurino.

No entender la fuerza comunicacional es tan peligroso como los que dicen que a los toros se le pone “Vaporub” en los ojos para que no embistan; ese desaprovechamiento de los medios va unido a una posición bucólica, y además arcaica, de las empresas taurinas del país. Carecemos de mercadotecnia, que para ellos significaría nuevos clientes; al parecer tampoco se ha entendido que los espacios taurinos tienen como fin difundir la corrida de toros como un acto único, con sus valores y defectos. La captación de gente que compre entradas para el negocio, obedece a las empresas. Ante esta soledad informativa: ¡Qué mal lo vienen haciendo desde hace años!

La lucha de los pocos programas de radio, el titánico esfuerzo de las páginas web, y la ausencia de imagen televisiva, sumado al hecho de tener que pagar los espacios radiales, la transmisión de las corridas, el traslado del respectivo personal, y que no se mueva al menos una idea por mejorar, muestra que el asunto informativo anda muy mal.

De verdad, ante tanto muro y mal manejo, ser cronista taurino en este país, la mayoría de las veces es solo un acto de fe; eso sí, acto que la mayoría asumimos con entereza inquebrantable.