Con la voluntad de no dejarse ir el tren, José Cariel ha incursionado con éxito en México. Foto archivo:
Por: Víctor Ramírez “Vitico”
Ser torero en Venezuela en la actualidad es un ejercicio de paciencia, fe y determinación ante las escasas oportunidades de torear, ya que de unos años a esta parte la temporada en provincia, el verdadero eje de la campaña se ha visto reducida drásticamente.
José Cariel es un torero que cumple cabalmente con esos requisitos, ya que sin apenas torear sigue en la brecha, luchando, entrenando y soñando, porque un torero que no sueña ya puede darse por retirado, y este no es el caso de este joven diestro, que tiene condiciones innatas para el toreo, pero que de momento no las ha podido desarrollar en su máximo esplendor.
Cariel es un buen torero, casi oculto para los aficionados a pesar de tener ya casi diez años de alternativa. Ha sido en Maracay, la plaza de su ciudad natal, donde el también apodado “Amarillo” ha cuajado sus mejores tardes, con orejas, indultos, salidas a hombros y dejando claro, que su mano izquierda es poderosa, ya que cuaja muchos toros al natural, echando la muleta muy adelante y bajando la mano con firmeza, así se le recuerdan muchos naturales a un buen toro de Los Aranguez hace años, del que perdió las orejas al pinchar.
Con la voluntad de no dejarse ir el tren, José Cariel ha incursionado con éxito en México y hasta ha organizado festejos para mantenerse activo y verle la cara al toro. El año pasado ya apuntó el diestro su buen momento al cortar una oreja en San Fernando de Apure, sufriendo un fuerte percance en Maracay el 1 de julio por un toro de Los Aranguez, al que a pesar del golpe, estoqueó, dando una meritoria vuelta al ruedo. Regresó a la Maestranza el 4 de noviembre, indultando al toro “Recuerdo”, número 67, cárdeno con 426 kilos, de Laguna Blanca, aunque algunos cronistas dicen que el astado se llamó en realidad “Ranchero”, pero con un nombre u otro, lo importante fue la entrega de Cariel, que le toreó con sinceridad, llevando el trasteo a las máximas cotas de triunfo. La salida a hombros avivó la llama de la afición en el rubio matador. Sólo tres tardes el año pasado pero a triunfo por corrida, así se debería allanar el camino.
El sábado 4 de mayo junto a Manuel Escribano y Gabriel Picazo ante los toros de Juan Campolargo, en el marco de la feria de San José de Maracay, José Cariel tiene la oportunidad de mostrarse ante la afición y empezar a contar de nuevo para las empresas.
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