22/4/13

La encerrona de Manzanares


Así recibió Manzanares al último que le cortó las dos orejas. Foto: J.M. Serrano - abc.es

por: Enrique Barrios Barrios

CARTEL DE EXPECTATIVA.-

Representaba un reto y a su vez un tremendo desafío, el compromiso contraído por el diestro alicantino José María Manzanares, para lidiar en solitario seis ejemplares de diferentes ganaderías, en el transcurso del evento primaveral sevillano del año 2013. Demás está el afirmar que la Feria de Abril de la capital andaluza, constituye, si nos atenemos a su importancia y relevancia, un instrumento para elevar a la cumbre al torero que en ella participa exitosamente; o por el contrario, sirve para afectar gravemente su trayectoria profesional en caso de una actuación desfavorable.

Manzanares arriesgaba en esta oportunidad la idolatría de la afición sevillana, conquistada en razón de sus repetidos triunfos en ferias anteriores, fundamentados en su toreo de empaque, lleno de arte, técnica, temple, dominio y entrega; hasta el punto de haber logrado el indulto de un toro catalogado como excepcional, en la larga historia taurina de La Maestranza.


DESARROLLO DE LA CORRIDA.-

Con una entrada hasta la bandera y el lleno”De no hay Billetes”, era el aspecto que presentaba la Real Maestranza de Caballería de Sevilla la tarde de toros en referencia. Del primero al quinto astado lidiado, el triunfo se le escapaba de las manos a José María Manzanares, pues en su mayoría los toros habían salido descastados, distraídos y de escasa bravura. Manzanares tenía conciencia de estar perdiendo la batalla y la preocupación se reflejaba en su rostro, pero el público lo estimulaba a no desmayar y por suerte, sale el último animal llamado ”Guasón” de Juan Pedro Domecq, que es recibido por el diestro a portagayola y al cual le instrumenta tres lances de rodilla en el centro de la plaza.


FINAL ESPECTACULAR.-

A este sexto astado Manzanares le corta las dos orejas, tras cuajar una faena de inmensa torería, dejando testimonio de su acostumbrada entrega artística y efectuar una labor plena de calidad y brillantez. Ejecuta la suerte de matar recibiendo y concluye a lo grande, una tarde de toros que estuvo cerca del desconcierto.

Es por todo ello que el torero, una vez terminada la corrida, declara a los periodistas lo siguiente: ”Detalles de sensibilidad como el que tuvo la afición conmigo antes de que saliera el sexto, solo pasan en Sevilla. Me tocan la fibra, me llegan muy adentro y por eso siempre he dicho que torear en la Maestranza es un regalo de Dios”.

enbebe@hotmail.com

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