Padilla: El héroe romántico

Juan José Padilla: Se echó a hombros a España y sus corridas de toros para dar la más grande lección de torería. Foto: blog deltoroalinfinito

por: Fortunato González Cruz***
Por la calle real - Mérida, 29/03/2012.-

Creí que había pasado el tiempo de los héroes románticos. Hay de otro tipo como Teresa de Calcuta o Nelson Mandela, no que cabalgarían de nuevo el Cid Campeador y Alonso Andrea de Ledezma.
Lo vimos en Olivenza con parche en un ojo y mueca en la boca, restos de una muerte espantada por el coraje de Juan José Padilla, quien se echó a hombros a España y sus corridas de toros para dar la más grande lección de torería que otros dictaron en otros tiempos. Padilla triunfó sobre la herida que presagiaba luto o el retiro porque puso en ello su pasión y su voluntad; colocó al fuego su madera de héroe para alzarse en llamas cuando la sociedad global tiene anhelos de grandeza.

Larga cambiada de rodillas para poner en sitio el coraje, lances que apagan la discusión pueril, banderillas de sal y levadura, en la muleta un arte que se reencontró con la verdad aquella tarde inolvidable de Olivenza, y en el filo de la espada el alma de aquel hombre que nos devolvió la fe en el toreo y en la infinita posibilidad del ser humano. La faena de Padilla salta las barreras y corre todos los caminos: el que conduce al hogar donde se amasa el amor, al abrevadero de la escuela y a la calle que templa el carácter.

“Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, un andaluz tan claro, tan rico de aventura.”

Pues ha nacido, admirado Lorca, donde Andalucía baña sus olivares en las aguas del Atlántico, donde se asoma a América, cabalga sus cartujanos, baila el flamenco, desgarra sus gargantas en el cante y lo moja en el diamantino vino que lleva el nombre de Jerez. Vestido de seda del color de sus olivares y hojas de laurel bordadas en oro, Juan José Padilla estaba claro del simbolismo que encarnaba en el ritual y de la lección que marca la señal de los tiempos que siguen siendo para los sueños, para la poseía, para la pasión, para la aventura.

Desde mis lugares andinos, entre estas montañas que a veces toman el color del mar, saludo al último héroe romántico que ha conmovido a un mundo con ansias de gloria.

*****Fortunato González, es Catedratico de la U.L.A. de Mérida-Venezuela / Miembro de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales / Fundador y Director de la Cátedra de Tauromaquia "G. Briceño Ferrigni" de la U.L.A.