La Defensora del Pueblo, debe respetar los verdaderos derechos humanos del colectivo
por: Giovanni Cegarra
Desde la edad de cinco años voy a los toros, aficionado de toda la vida, de la mano de mis difuntos progenitores y tíos. Recuerdo que cuando escuchaba la cuña anunciando una corrida de toros en las emisoras sancristobalenses tachirenses venezolanas Ecos del Torbes y Radio Táchira, comenzábamos con la cantaleta todos los días en casa para que nos llevaran a los toros, no sentía junto a mis hermanos, trauma o daño psíquico alguno, nos apasionaba y apasiona aún la Fiesta Brava, sentimiento, afición y derecho humano personal inviolable bajo ningún concepto o circunstancia alguna.
Acotación personal que comparto con ustedes a propósito de la posición ilógica, incoherente, violatoria del derecho que tiene un ser humano, sea niño, niña, adolescente, adulto, de la tercera edad, de observar, asistir, disfrutar el espectáculo que le gusta, asumida por la Defensoría del Pueblo de Venezuela, de manera especial, la de Mérida, Estado Mérida, occidente venezolano, representada por Alide Peña Sulbarán, quien introdujo ante el Circuito Judicial de Protección del Niño y Adolescente, una medida cautelar para prohibir la asistencia a las corridas de toros a los menores de doce años así vayan acompañados de sus padres y representantes.
Aduce la fulana "Defensora del Pueblo" que a los niños que van a los toros juntos a sus padres, se les está "violando el derecho humano a que se respete su integridad personal, su derecho de descansar, recrearse, practicar deporte y juegos adaptados a su edad" y pregunto ¿si a mi hijo menor de doce años le gustan los toros, me pide que lo lleve a las corridas de toros, lo llevo bajo mi responsabilidad como Padre y no lo llevo, no le estoy violando su derecho a disfrutar lo que le gusta?.
Dice la susodicha Defensora del Pueblo en Mérida. siguiendo lineamientos de Caracas, capital de Venezuela, siendo borrega de los antis "los niños, niñas y adolescentes pudieran estar siendo afectados en sus derechos a la salud, integridad física, psíquica y moral al ingresar a los espectáculos taurinos celebrados en Mérida" y pregunto ¿No se afecta moral, psíquicamente la salud e ilusión de un niño que junto a su Padre vaya a la corrida de toros y al intentar ingresar a la Plaza de Toros, no le dejen pasar al espectáculo, rompa en llanto incontenible y enferme, por una medida violatoria de su derecho de disfrutar lo que le gusta?.
Desde pequeños, los hijos van a lo que ellos en su corta edad y compresión les gusta hasta que se hacen hombres y mujeres, asumen sus propias responsabilidades bajo la concepción familiar, gozan de sus deberes y derechos que nada ni nadie puede violarles y más en el caso que nos ocupa, de asistir a una corrida de toros, espectáculo que por derecho mutuo y propio, disfrutan sin trauma alguno y no se les puede violar porque un minúsculo grupo de inadaptados, frustrados, irracionales adversos a la Fiesta Brava pretendan prohibir que asistan al mismo porque ellos no saben entender y comprender que cada ser humano sean niños, niñas, adolescentes, adultos, de la tercera edad, tiene derecho a gozar, observar, disfrutar el espectáculo que mejor les agrade.
¿Se ocupa la Defensoría del Pueblo en Venezuela y por supuesto, la del Estado Mérida, de estar pendiente de la violación de los derechos humanos de niños y niñas menores de edad, que son explotados al ponerlos a vender estampitas de santos de la Iglesia, de flores, hasta altas horas de la noche en centros nocturnos, que pidan dinero para comprar comida, lo recaudado va a parar a los bolsillos de sus irresponsables y explotadores padres que lo menos que hacen es darles de comer, de la infancia que es explotada sexualmente, de los que consumen y venden droga, de los que son maltratados fisica y mentalmente por sus familias y pare ud. de contar, de otras más violaciones?.
¿Quién viola más los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes, le causa trauma moral y psíquica, el que abruptamente les impide disfruten los espectáculos, deportes, actividades sociales que les gusta de manera natural o los Padres que bajo su responsabilidad moral les atienden con todas las de la ley familiar, los llevan consigo a dónde ellos anhelan ir?.
En Mérida, duela a quien le duela, en la XLIII Feria del Sol, Carnaval Taurino de América, febrero 2012, quedó contundentemente refrendado que en este país del Continente Americano todos, incluyendo, niños, niñas y adolescentes, si queremos las corridas de toros, se apoya irrestrictamente la Fiesta Brava.
La fulana Defensora del Pueblo, sí realmente lo es, debe mirarse en el espejo, ubicarse en el tiempo y en el espacio que tiene a su alrededor, respetar los verdaderos derechos humanos del colectivo, no ser borrego de quienes no saben ni entienden lo que es vivir en convivencia ciudadana, respetando la vida, tradiciones, costumbres de los demás.
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