Camilo Cepeda estuvo elegante y clásico con su toreo. Foto: Comana
por: César Omaña
Director de venezuelataurina.com
Táriba.- Los jóvenes actuantes en la parte seria del Festival Cómico Taurino en la Feria de La Consolación en Táriba mostraron sus deseos y adelantos con los trastos.
Ante una plaza que no se llena, se lidiaron becerros de Bellavista y uno de Los Ramírez para
Jonathan Guillén: Palmas
Manolo Vanegas: vuelta
Camilo Cepeda: Vuelta
Guillén no tuvo suerte en el sorteo pues no sólo le salió el mas pequeño sino que fue compliado para las telas de torear. Palmas a su empeño de agradar.
Manolo Vanegas demostró que maneja la capa y muleta con grandes recursos. Lanceó a la verónica y con bordadas chicuelinas; luego ejecutó con solvencia tres pares de garapullos que merecieron los aplausos al corer su burel con la mano en el testús hasta pararlo. En su faena muleteril estuvo entregado para impactar a los asistentes entre quienes se contaban muchos niños; su tanda de muletazos la inició de rodillas y luego de hilvanar los pases, fue acompasado por la banda; aunque fue desarmado por cogida y voltereta, no se amilanó y volvió por lo suyo. Remató con manoletinas para darle puerta a su ejemplar. Vuelta al ruedo.
Camilo Cepeda debutaba en el Coliseo Perla del Torbes; viniendo de Mérida salió a justificarse pues era el más tierno del cartel; su toreo es reposado y de corte clásico; su ejemplar estuvo correlón hasta que fijándolo en su capa logró lancearle con quietud y gusto torero. Aunque no torea para la galería, pronto se le reconoció su clase y la autoridad le concedió la música a su faena. Vuelta al ruedo.
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