POLÉMICA TAURINA | Pablo Duque, gerente de la Monumental de San Cristóbal
por: María José Salcedo - Diario La Nación
"Si las corridas de toros han de acabarse, que sea por su propio peso", así lo afirmó Pablo Duque, gerente de la Monumental de San Cristóbal, quien aseguró, además, sentirse "profundamente acongojado" luego de la prohibición, a partir del 1 de enero de 2012, de las actividades taurinas en la región española de Cataluña.
Respecto a la influencia que pueda tener esta medida en el resto de España, y en los otros países donde se practica la tauromaquia, Duque espera que no sea mucha, esto porque si bien Barcelona, capital de la región catalana, tiene una de las mejores siete plazas de las 500 de ese país, con una afición importante, el arraigo de la fiesta taurina había venido desapareciendo, debido a las prohibiciones que venían estableciendo algunos dirigentes.
"Este es un asunto que los catalanes ya habían estado urdiendo. Ya un alcalde estableció allí una prohibición para el ingreso de menores de edad a las plazas, por eso pienso que no vaya a tener una trascendencia mayor hacia otras regiones de España misma, porque aunque hay regiones que no conocen una muleta ni una res de lidia, hay un respeto por esta fiesta, de gran arraigo en el contexto de ese país", dijo.
Por otra parte, en cuanto a los movimientos antitaurinos, que originaron precisamente la referida legislación en Cataluña, y que hacen férrea oposición en países como México, Perú, Colombia y Venezuela; Duque cree que la situación pueda, efectivamente, darles fuerza, aunque critica el sesgo hacia la actividad taurina.
"Siento que se la da mucho eco a los antitaurinos, mientras que los de la Sociedad Protectora de Animales no se pronuncian respecto a las especies que permanecen enjauladas, las que engordan en escasos metros de terreno, en establos reducidos, y que ellos -los antitaurinos y protectores de animales- se comen y saborean mucho, entonces contra eso no están", apuntó el dirigente.
Sin embargo, señaló que no pretende hacer del tema una discusión, "respeto el criterio de los antitaurinos, pero no lo comparto. Cada quien tiene el derecho de expresar e ir a lo que le gusta, pero tampoco oponerse al que tiene una posición contraria. Ellos son un tanto radicales, por no decir que exagerados en su radicalismo".
Prohibir no es bueno
En su condición de gerente de la Monumental Plaza de Toros de San Cristóbal, así como un experto en la materia taurina, Pablo Duque reconoce la cierta decadencia que viene atravesando la tauromaquia en Venezuela.
En sus diferentes plazas: San Cristóbal, Mérida, Maracaibo, Valencia y Maracay, las novilladas, que se hacen dentro de la temporada taurina, a la par de las corridas, son cada vez más esporádicas, situación que va en detrimento de la formación de las generaciones de relevo del toreo nacional.
No obstante, señala Pablo Duque, que "una cosa es que se estén dando menos y otra cosa es prohibirla. Ella -la tauromaquia- pudiera irse extinguiendo por su propio peso, pero no impulsada, porque si es así de manera impuesta, nunca caerá bien", sostuvo.
En este sentido, recordó el debate que se dio hace algunos años en el Parlamento nacional, impulsado por el diputado tachirense Julio García Jarpa, con el cual se consideró la posibilidad de prohibir las corridas en el país, por los ya conocidos argumentos de tortura, maltrato y violación de los derechos del toro.
Asegura que la discusión fue injusta, en el sentido de que García Jarpa tenía evidente aversión a la fiesta taurina, "una prohibición no puede ser porque a alguien no le gusta. Desde el punto de vista ético, debió apartarse y defender sus puntos de vista, pero no presidiendo una comisión en la que era radicalmente opuesto", dijo.
Respetar la opinión del contrario, y no aprovecharse de la cuota de poder que pueda tener como adversario, fue una de las reflexiones hechas por Duque sobre ese episodio, satisfactoriamente librado para los taurinos de Venezuela, pero que no tuvo el mismo resultado en Cataluña.
¿Qué pasa con los toros coleados?
"¿Por qué la Asociación Protectora de Animales no protesta también por los toros coleados?", se pregunta Pablo Duque, quien exhorta a los activistas de estos movimientos defensores de los animales a "mantener una posición firme" ante el derecho de todas las especies que pudieran verse afectadas con cualquier oficio humano.
Dice haber escuchado argumentos de integrantes de las Asoproani, de que en el coleo el maltrato hacia el toro no es tanto, como en las corridas, pues en esta última el toro es lidiado hasta su muerte, mientras que en la primera no.
"Pero entonces por qué no se pronuncian contra la actividad en un matadero, donde el toro va por un canal inmóvil y le dan en la cabeza", cuestiona.
El coleo es considerado el deporte nacional de Venezuela, con especial arraigo en la zona de los llanos, al igual que las peleas de gallo, actividades que "aunque a mí no me gusten, las respeto", sostuvo Duque, apelando a la conducta que debería imperar en el tema de las corridas.
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