Siempre se ha dicho y escrito que los toreros están hechos de otra pasta y debe ser cierto si tomamos en cuenta el reciente caso del Matador de Toros tachirense Antonio Suárez.
Herido en un festival campero el pasado sábado 2009-25 en Medellín con una cornada de dos trayectorias de varios centímetros, viajó al día siguiente, fue operado con éxito y el mismo lunes retoma sus entrenamientos de salón.
En el patio de cuadrillas de la plaza de toros de San Cristóbal, Suárez entrenó con su gente de confianza para no perder ni un día la puesta a punto. Esto sólo se entiende cuando hay ilusión por seguir escalando posiciones.
Ha sido la temporada actual muy importante para Antonio Suárez que sigue creciendo como torero, incluso mejorando mucho su manejo de la espada con la que ha estado muy certero. Ha toreado cuatro corridas , paseando siete orejas y saliendo tres tardes a hombros en San Cristóbal, Mérida y San Felipe, sólo en Tovar no consiguió el éxito por enfrentar un lote sin opciones pero dejando destellos de su buen concepto del toreo.
La temporada entrante puede ser muy importante para el diestro que con mayor madurez y oficio buscará encarar un año con nuevas metas y proyectos que podrían estar encaminados a hacer campaña en otros países.
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