Preaviso. Aparte del presupuesto para organizar una corrida o un ciclo de las mismas, que abarca toros, porteros, fletes, toreros, publicidad, areneros, en fin, obligatoriamente tendrán que adicionar una nueva partida para el debido asesoramiento legal y demás “nimiedades” de orden judicial.
Camaleones. Las experiencias legales vividas en la pasada Feria de San Sebastián en San Cristóbal y, ahora en Carora, creando “jurisprudencia” al dejar de nuevo, sin lugar medidas solicitadas por los anti-toros, con aquello de la “protección” al toro bravo; ahora los abogados también tendrán que lidiar a prefectos, jefes de calle, comuneros, pranes, concejales, fiscales, milicianos, legisladores, afines, tigres y camaleones, que han convertido la fulana “protección al toro de casta” en un verdadero negocio.
A propósito de Carora
Este mes de julio se cumplen 263 años de las celebraciones por la proclamación de Carlos III (1759) cuando en esta región larense se efectuaron juegos de toros, festejos que se llevaron a efecto entre el 30 de junio al 05 de julio. Cuenta la historia que los toros fueron feroces; que los sorteadores tanto de a pie como a caballo sacaron continuos y repetidos lances, matando con imponderable facilidad, no habiendo heridos. Libro: “Otra Historia de la tauromaquia. Toros derecho y sociedad, p. 542. (1235 -1854) escrito por la doctora en derecho y doctora en historia: Beatriz Badorrey Martín.
En la biblioteca que funciona en el Museo Taurino “Hermanos Girón” de Mérida, existen todo tipo de libros que va desde los volúmenes de Cossio, pasando por revistas, reseñas, reportajes de periódicos hasta películas, allí ojee los tomos de Don. Calos Salas, y los últimos escritos por el periodista Víctor López “El Vito”. Vale resaltar la programación que ahora lleva la biblioteca, con los miércoles espéciales de lectura, debates, discusiones… el pasado miércoles el Profesor Víctor E. Ramírez “Vitico” hizo entrega de los libros que envió “El Vito”.
El libro. Este servidor llevó para donar el “Tratado de tauromaquia”, del Dr. José Izquierdo, médico cirujano que intervino quirúrgicamente a Luis Miguel Dominguín cuando en el Nuevo Circo de Caracas resultó levemente herido, puntazo por un toro de la ganadería Guayabita (04 enero 1953). Libro que afortunadamente ya existía en aquella rica y cuidada biblioteca.
De Infamias e historia. A propósito de aquella “cornada” que solo requería yodo, agua oxigenada y la aplicación de un pequeño apósito, salió a relucir un capitulo feo donde los Dominguín: “Luis Miguel” en primera persona rajó e inventó, historias en un libro, donde se ofendió y se calumnio al Dr. Izquierdo. El Vito “En memorias de arena” cita: “El Dr. Izquierdo fue uno de los cuatro apóstoles de la enseñanza de la medicina en Venezuela, conjuntamente con Enrique Tejera, Domingo Luciani y Enrique Toledo Trujillo. El médico Izquierdo fue Director de Sanidad Militar con el grado de coronel. En la clínica privada, al lado del catre de los enfermos pobres y del lecho de los ricos, el doctor Izquierdo fue el mismo médico, con la misma conducta y la misma concepción filosófica del arte de curar y el mismo humanitario desprendimiento material, en el apostólico ejercicio de la medicina. Su gran afición a la Fiesta Brava, como aficionado entendido, le llevó a prestar servicios como Médico de Plaza y escribir un tratado de Tauromaquia, única escrita por un venezolano”
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