Erick Cortéz y el escultor Rafael Domínguez otorgan el “Tacarigua Taurino” a Manolo Vanegas. Foto: García Soteldo
Erick Cortéz y el escultor Rafael Domínguez otorgan el “Tacarigua Taurino” a JE Colombo.Foto: García Soteldo
por: Jesús Ramírez “El Tato”
Por mucho tiempo se hablará del exitoso mano a mano del domingo 29 de noviembre en la monumental de Valencia. Una cita con mote de acontecimiento que se convirtió en evento histórico, trascendental. Orejas aparte y fueron seis; lo más encandilante y motivador fue la entrega y sensación de rivalidad que exhibieron Manolo Vanegas y Jesús Enrique Colombo desde que se abrieron de capa y mantuvieron expectante a una afición que salió fortalecida, optimista, como hacía muchísimo tiempo no se ilusionaba con el futuro que significan este par de jóvenes valores que tienen bien aprendida la tauromaquia.
Y es que ambos noveles salieron con la garra y el profesionalismo de espadas con más rodaje, sin defraudar en ningún momento, muy por encima de las condiciones de los oponentes donde destacó por su nobleza y fija acometividad el tercero de la tarde de nombre “Leña fina”, con el hierro de “Laguna Blanca” un hermoso colorado con 410 kilos bien distribuidos, que mereció los honores de la vuelta al ruedo, y con el cual el joven novillero de Seboruco estuvo cumbre, torero, centrado, firme y decidido, toreando por abajo y además ejecutando la suerte suprema con gran verdad y ortodoxia.
Vanegas posee un valor seco y conocimiento de los terrenos. Toreó a gusto a la verónica, banderilleó con precisión y con la muleta no se amilanó ante la incomodidad de dos de sus oponentes, poniéndose cerca y robándose muletazos, como a ese esmirriado quinto de Campolargo con la cara mas alta que las gradas del gigantesco coso que acometía por arreones. Dos veces lo zarandeó y Vanegas apelando a la raza se impuso y como mató de estoconazo arriba no había nada mas justo que darle la oreja. Manolo no regateó sus facultades ni voluntad para ofrecer espectáculo y emoción con cotas de enorme entusiasmo en la ejecución de las banderillas por invitación de Colombo, y luego su quietud y garra en muletazos de largo trazo.
Jesús Enrique Colombo está pleno de inteligencia y estética con la capacidad para hacer el esfuerzo que le pidió cada novillo; con faenas saturadas de clase y empaque desde las verónicas hasta los muletazos con ambas manos, ante un lote de reses de distinta condición y presencia, porque los hubo tardos, deslucidos, parados y noblotes con uno muy bueno que es el reseñado tercero de la tarde.
Vimos a un Colombo con alto sentido del temple y la distancia en tandas rematadas con el pecho de perfecta ejecución y además con mucho gancho para tendidos y barreras.
Fue una novillada de esas que hacen afición y acrecientan la fe en una fiesta taurina disminuida y paralitica por derroche dejadez y varios cinturones que aprietan sin aflojar.
Destacada actuación de las cuadrillas con un Gerson Guerrero bregando de lujo con capa igual que Eduardo Graterol, una gran vara de Segundo Salgado y extraordinarios pares de banderillas de Fabián Ramírez, Diego Guillén, José Antequera y Salvador Moreno.
No fue en vano el esfuerzo de la empresa AGROCASTA que sigue apostando con creatividad y superando múltiples escollos en medio de una economía falsa y un país sumido en afanes de transformación. Podríamos decir que Erick Cortéz al frente de la joven empresa fungió mas como productor de arte y esperanza que de empresario, trabajando bajo el paradigma de la creatividad y la originalidad, en un país donde las novilladas solo consiguen hueco en tres ferias importantes y nunca en aisladas fechas.
Los ecos del triunfo, siguen saliendo de la monumental de Valencia. Arte, esperanza, seducción brillan ahora en el firmamento taurino tras el exitoso evento de seis orejas con dos esperanzas de fe para una fiesta brava mas venezolana, mas nuestra, y con mas motivos para querer y defender.
Hay quienes están convencidos de hacer revolución, pero resulta que engañan y no han conseguido ni un revolcón, lo del domingo 29 de noviembre en Valencia, si es el comienzo de una revolución taurina que nace con nombres y apellidos, provenientes de regiones andinas pero con la fuerza para imponerse en todo el país. Ahora si podemos gritar con orgullo….!VIVA LA REVOLUCION!...
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