Tarde de historia para el toreo venezolano. Paco Ojeda y César Rincon convierten en matador a Erick Cortéz. Foto archivo
por: Jesús Ramírez “El Tato”
Cargado de buenos propósitos arriba a 23 años de matador de toros el moreno diestro criollo Erick Cortéz, conservando un alto grado de madurez profesional forjada en la dureza de un oficio muy exigente que le permitió abrir caminos desde muy joven.
Desde sus años infantiles en la Escuela Taurina “Don Pedro Pineda” de Maracay bajo la dirección del maestro Lucio Requena, supo Erick abrirse camino con peso propio, convirtiéndose en uno de los mas firmes exponentes de la escuela aragueña, alejado de formas atléticas y climatizado con un arte conquistado y forjado en ruedos europeos.
Tras sumar 52 novilladas en la temporada europea del año 1.992, asumió el grado superior con el cartel de máximo lujo que integraban Paco Ojeda y César Rincón, dos maestros consumados del toreo, en un escenario reservado para las alternativas de las más emblemáticas figuras, el histórico coso francés de Nimes.
23 años de aquella fecha del 19 de septiembre de 1.992 y Erick Cortéz se mantiene incólume con su afición, su vocación y profesionalismo. Sin tomarse un año sabático, el veterano espada ha logrado mantener alta cota de comprensión con los aficionados, toreando con sincera expresión artística y además separando con inteligencia los roles de torero y empresario que impuso estilos organizativos en momentos difíciles y coyunturales en el país.
Tiempos de inicios en el Nuevo Circo con su maestro, el recordado matador Lucio Requena.
Erick sigue dando la batalla en la arena con sus triunfos, y en el difícil ruedo de la defensa de la fiesta brava con intríngulis políticos. No hay camino difícil porque sigue apostando al objetivo de la renovación generacional como empresa de éxitos y torero firme que ha sabido llegar a puerto seguro. 23 años no son nada diría…..
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