“El Tratamiento de Falta Total de Consideración, en La Feria de Tovar 2012. No Acorde a la Afición e Ilusión, de los Medios de la Comunicación Taurina”.
Por: Juan Mariano Monasterios Bernal.
En los avatares de la comunicación taurina en Venezuela, es más que recontra conocidos (vociferamos en lances, a la mexicana) los narradores, comentaristas, cronistas, articulistas, reporteros gráficos, blogs o páginas web; e inclusive alguno que otro espontáneo en esto de la comunicación taurina, que genera impresionantemente el estupor general, aglutinados todos este cúmulo de aficionados taurinos y, mentados como la prensa taurina, que se dedican afanosamente en su respetable ilusión, a lidiar la difícil faena de la comunicación, que les impulsa su valiosísima afición, antes que imperiosamente la vital sensación profesional de la comunicación.
Han sido todos estos seres, la realidad de una cosecha fructífera en los últimos tiempos, los cuales se han masificado en una considerable cantidad; eso sí: no todos ellos rebosantes de cualidad, ni mucho menos curtidos de calidad en el manejo del tema taurino, precipitando situaciones de completa falta de información, en los parlamentos de fatal expresión taurina, aunados al petardo en la aplicación de los términos adecuados a cada ocasión, irremediablemente trasmitiéndole a sus lectores u, oyentes, una nefasta equivocación a tan vital afición, en sus deseos de aprender algo del maravilloso arte del toro de lidia.
Pero el tratamiento de falta total de consideración, en la pasada feria de Tovar 2012, para con aquellos seres de la comunicación taurina, que en esta locura tan hermosa que cimenta el amar este hermoso arte en honor del toro bravo de lidia; cuanto más seamos, mejor que mejor; cuantos más seamos profesionales con aquilatado conocimiento del tema, excelente más que mejor; cuanto más seamos los que contra viento y marea mantengamos un programa radial taurino, revista, artículo, blog o página de internet, programa de televisión; y paremos de contar de tanta comunicación, será aun mas próspero el mañana del arte del toreo; pero que se nos trate con la consideración de nuestra noble profesión; por favor!
A pesar de las vicisitudes que se sufren para tales quehaceres, en la premisa de estar inspirados en nuestros mejores dotes, de convencidos hacedores del arte de la comunicación, eso sí queda en las sabias manos de la comisión taurina, del área de suprema influencia, evaluar profundamente las virtudes y defectos citados en su desenvolvimiento comunicacional, para cimentar con sobrado criterio la valoración de su exigente calidad, para con atino aderezar con la obligatoria cualidad que atesore dicho comunicador taurino, esto es de suficiente contenido para ser respetarlos en su total integridad, con la acreditación automática sin siquiera tener que ser arteramente solicitada; si existiera un censo actualizado por cada comisión taurina, donde rece su historial como comunicador taurino, dándole ribetes de carnet nacional de comunicador taurino, solamente con la obligatoriedad de ser refrendado a la empresa organizadora, con la asistencia al festejo o feria taurina por disfrutar, al cubrir con nuestros servicios, en cualquiera de las áreas expresivas de la comunicación taurina. ¡Acreditación Nacional para la prensa taurina, Por Favor!
Son muchos los invitados a la mesa del Señor Dios Padre Todo Poderoso, pero lamentablemente son pocos los que degustan el placer maravilloso de la comunicación taurina, con denotado profesionalismo cundido del sentimiento que amerita tan espectacular quehacer de comunicar, somos de pieles sensibles pero al mismo tiempo somos voraces reptiles, con el malaje en nuestro apetito taurino, se nos agiganta nuestra fauces con cara más dura, que la cara oculta de la luna; sí, esa, estimados lectores, esa que nadie ha podido ver, existimos algunos que nunca nos han visto en plaza de toros de segunda, tercera o cuarta alguna; pero con la cachaza como estandarte nos atrevemos a escribir de tales festejos sin nuestra requerida presencia. Ah… pero que no llegue la temporada de las plazas de primera, porque sufrimos una metamorfosis que hasta en gitanos nos consumamos inevitablemente, Hay que reflexionar con la cabeza fría, para que fluyan inteligentemente nuestras buenas ideas.
Osamos invitar descaradamente a reunión de conflicto con hora señalada incluida, sin estar ni siquiera en la ciudad, con la guinda de nombrar a uno de los nuestros, en su incredulidad como propulsor de tal actividad de protesta, en el Coliseo El Llano de La Sultana del Mocotíes en Tovar. ¡Por Favor…! Respetados comunicadores taurinos! ¿Cómo podemos exigir consideración? basándonos en el respeto que deseamos y, reclamamos a los cuatro vientos a rabiar, ese respeto que debemos lancear con el percal de la dignidad; algunos se lo han ganado, con tesón de guerreros lidiadores en su invaluable continuidad curtida de admiración; cómo podemos levantar nuestra palabra ante tal atropello en contra de los comunicadores taurinos; con estos procederes, señores, no nos van a respetar, en ninguna de nuestras hermosas plazas de toros, debemos mirar primero hacia nuestras entrañas, antes de alocadamente alborotar el avispero taurino.
Mea culpa asumimos algunos de nosotros, que a pesar de ser acreditados para el palco de prensa asignado, muy en nuestra impetuosa inconformidad, vagamos sumergidos en nuestra encolerizan te y protestante pesar, debemos con respetuoso andar, acatar la norma -por muy injusta que sea- para poder reclamar; pero en cambio nos atrevemos, con habilidad de torero, con bagaje, colarnos al callejón de nuestros anhelos, así sea hasta la saciedad entendible que asistimos a trabajar con profesionalismo y, afición en dicho lugar; ahogados en los pálpitos ilusionados de nuestra profesión, actuamos soezmente irrespetando a la profesional que con denotado apego a su difícil función, nos exigía ubicarnos en el palco que representa nuestra acreditación, para luego obrar con desfachatez insultando con improperios de bajeza total, a tan meritoria labor realizada por esta honorable dama, disculpe tales groserías respetada Jefa de Callejón ¿Cómo, mis estimados comunicadores taurinos, podemos reclamar? Que alguno con la flámula mágica manifieste cómo inventamos algo para sustentar el reclamar ¡Por Favor! La razón al tenerla, hay que saber administrarla y, al mismo tiempo hay que saber utilizarla, si no se nos convierte en un actuar en fatal sin razón.
Lo que es del César, que vaya a manos del César; pero, estimados integrantes de la respetada Empresa Taurina Ganadería San José de Bolívar, con la venia del enhorabuena para ustedes, “El Toro Bravo, Toma La Palabra” en su posición de exigencias; exclama la petición para ustedes de los tres recados que dicta el reglamento, por el tratamiento esgrimido en perjuicio de algunos seres de los medios de comunicación; es de inmensa decepción que se halla discriminado siquiera a algún representante comunicacional; así haya sido un solitario colega, damas y caballeros, eso no puede ser tolerado; por lo tanto, suena el primer recado del tiempo de su faena; es de artera arrechera su falta de comunicación, para de seguido en reunión dictatorial conjuntamente con la comisión taurina de Tovar, llegar a tan nefasto acuerdo en el tema de las acreditaciones; ¿Dónde se citó a los medios de comunicación? ¿Dónde privó la sensatez del diálogo, basado en el entendimiento requerido por la prensa especializada? Dónde informaron de sus intenciones, hasta inconstitucionales, decisión totalmente a destiempo.
Suena el segundo recado, lamentablemente señores empresarios, para guinda de soberana torta, sus insulsos trapasos instrumentados en la faena con la prensa, fue de oídos sordos su proceder con algunos representantes de la comunicación, en ningún instante consideraron el alivio del acercamiento, impregnado de la compresión a los argumentos manifestados, con el broche de una desmedida acción anti comunicación. Suena el tercer recado, se van a los corrales respetados señoras y señores.
Ningún comunicador taurino osará negarse, a realizar con dignidad reuniones para mejorar la convivencia entre las partes, en el marco de la esencia del toreo; en esa pulpa que da el sumo del toreo, que es la de polemizar, con la altura de la divisa del criterio profesional, que nos embarga a todos los gremios que copulan en el arte maravilloso de la Fiesta; eso sí, con la consabida tolerancia entre todos, los que convivimos en el arte, para subrayar como norte la grandeza, que amerita el vital respeto hacia el toro bravo de lidia, para que en embelesantes campanillas de entendimiento, podamos aportar cada uno de los protagonistas de los festejos taurinos, satisfacción en los servicios que atesoramos como profesionales en cada una de nuestras áreas; todas ellas de una magnificada y exigente afición, será para futuras ocasiones que apostemos todos por la necesaria comunicación, en nuestra desbordante ilusión que nos cobija. Sepan ustedes disculpar por algunos de nuestros desafueros; esperamos impacientemente por los obligados correctivos, en los roles con los cuales hemos procedido.
“De que nos vale Señoras y Señores,
Ostentar con afición desmesurada de,
Una actividad en la prensa taurina,
Durante todo el año rebosantes, en la ilusión que atesoramos,
Si se nos atiza injustamente,
Con tan mal tratamiento sin consideración alguna”
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