FABIO CASTAÑEDA EN LA GANADERÍA DE PARTIDO DE RESINA
Informa Blog Dinastía Bienvenida / Fotografías La Loma
Extraordinario tentadero en la antigua finca de Pablo Romero con dos magníficas becerras y un esperanzador torero.
La primera, hija de "Bruñidora"
Sevilla.-23 de Julio de 2011
La finca de Partido de Resina, donde pastan las reses del antiguo hierro de Pablo Romero,   ha sido excepcional escenario donde el novillero tachirense Fabio   Castañeda ha continuado su intensa preparación con vistas a su   presentación con picadores en la localidad navarra de Tafalla el próximo   16 de agosto.
El  aventajado ex alumno de la Escuela de Tauromaquia “Marcial  Lalanda” de  Madrid, aun bajo su generoso auspicio gracias a la  caballerosidad de su  director Felipe Díaz Murillo, y el compromiso del  Círculo Bienvenida, ha  demostrado su alta capacitación técnica y  artística –auxiliado por su  banderillero Luis Bielsa- unida a la  ilusión y entrega de quién está  dispuesto a escalar los difíciles  peldaños de una carrera profesional  que le conduzca a la alternativa  como matador de toros y así engrosar el  escalafón de Venezuela en  beneficio de la fiesta en su país y con ánimo  de competir en la  temporada española y cumplir su sueño de situarse  entre los mejores.

Tentar las vacas de Partido de Resina no es cualquier cosa, y de  la  forma que lo ha hecho Fabio Castañeda ha constituido un aldabonazo  ante  las sorprendidas retinas de los expertos allí presentes, aunque no  tanto  de los miembros del Círculo Bienvenida que le acompañaron por  ser ya  conocedores  y testigos de las evoluciones del  joven venezolano en las escuela y en  sus numerosas actuaciones en  clases prácticas y novilladas sin caballos  que le han ofrecido.
Las dos eralas del legendario hierro de Pablo Romero   aparecieron sobre el bien cuidado albero de la bella placita con el   cuajo propio del encaste, mostrando con pujanza, bravura y nobleza con   los caballos y con las telas; Fabio Castañeda no solo estuvo a la altura   de la exigencia del momento sino que ofreció un auténtico recital de   saber estar; primero al servicio de la finalidad ganadera de la tienta   al tiempo de ejercitarse en la práctica del toreo en toda su extensión.
Su sentido de lidia y colocación para probar las becerras en el caballo, siendo respetuoso con las sabias  indicaciones   del famoso mayoral Manolo Muñoz, fue intachable. Su manejo de capa  para  ese principal objetivo y el complementario de exhibirse en las   distintas suertes de torear no pudo ser más preciso, variado y   artístico.
Con la muleta ante dos nobles y duraderas vacas –más suave la  primera y  más encastada la segunda- fue sencillamente magistral. No es  posible  ponerlo objeción alguna; el joven aspirante con aires de  matador, y las  vacas con embestida de toros.
El planteamiento responsable, serio y formal de Fabio Castañeda, no fue óbice para que su aroma artístico se desparramara  entre   las sevillanas encinas de Villamanrique. A los acertados compases de   acoplamiento le siguieron interminables series con ambas manos, en las   que el largo trazo de  templados naturales eran dibujados   por la muleta adelantada desde el hocico del animal hasta lo que daba el   firme brazo de Castañeda. Los remates del obligado de pecho,   trincherillas o molinetes afloraban con garbo respondiendo a la generosa   embestida de las reses que aun le quedaron cuerda para que Jesús Solís   “El Villamanrriqueño”, alumno de la Escuela Taurina de Camas mostrara   sus buenas condiciones toreras.
Todo fueron felicitaciones al término del tentadero, todos  contentos,  muy buenas becerras y muy buen torero. Y de ahí al tractor  para recorrer  el campo y disfrutar del espectáculo de ver los toros más  bonitos  mundo, los pablorromeros con sus pelos negros, entrepelaos y cárdenos, bajo   la atenta e ilusionada mirada de Fabio Castañeda reflejando el sueño  de  verse delante de ellos en una futura corrida de postín. Escuchando   el relato de los ganaderos de la familia Morales, Don José y su hijo   Javier, y las explicaciones de su fiel mayoral, el dinástico Manolo   Muñoz,  transcurría la incursión en el hábitat del ganado originario del encaste Gallardo, con su nieto Antoñito a caballo, abriendo y cerrando cercas y moviendo a los perezosos toros sobre el terreno de la marisma.
Manuel Muñoz, tercero de una generación de mayorales en pabloromero, contando sus experiencias con la cría del  ganado, historias y anécdotas de tantos años, nos evocaba aquellos otros relatos en  “Los cuentos del viejo mayoral” del recordado Luis Fernández Salcedo. Ya en el cuarto del mayoral entre entrañables recuerdos colgando de sus paredes, la historia de la ganadería brotaba entre su ágil  y   emotiva narración, mientras extraía de los viejos libros las reatas de   los toros más famosos y emblemáticos, y también de las extraordinarias   vacas lidiadas por el tachirense, hijas de Bruñidora, la primera, y de Perla, la segunda, de cuya línea salieron algunos toros famosos de Pablo Romero.
Como   colofón de la gentileza y hospitalidad de la familia ganadera, se   ofreció un almuerzo en honor del novillero Fabio Castañeda haciendo   votos por su esperanzadora carrera profesional.
 
Esperando la segunda....
La segunda vaca, hija de "Perla"
El peón de brega Luis Bielsa
Misión cumplida
Jesús Solís "El Villamanriqueño" de la Escuela de Camas
Fabio Castañeda en Partido de Resina
El mayoral Manuel Muñoz muestra sus notas a Javier Morales
Javier Morales, Fabio Castañeda y el banderillero Luis Bielsa
Antoñito Muñoz a caballo,
hijo del picador del mismo nombre y nieto de Manuel Muñoz
Entrada a la casa de Partido de Resina
 
LEER MAS...!