Banda de Música en la Plaza de Toros de San Martín de Valdeiglesias en el año 1953. Dirigidapor D. Enrique Ocaña Jiménez. Foto tomada en 1953. Autor: Unión Musical de San Martín de Valdeiglesias.foto: foro-ciudad.com
por: Enrique Barrios Barrios
INICIO DE FAENA.
Clarines y timbales anuncian el comienzo del espectáculo taurino y la música se deja oír en los momentos más sobresalientes e interesantes de la corrida de toros.
La música constituye una parte importante del festejo taurino, pues a ella le ha sido asignada en la lidia que ejecuta el diestro en la plaza de toros, la función o cumplimiento de un rito sonoro.
En tiempos anteriores, cuando las corridas de toros daban sus primeros pasos, la lidia se caracterizaba por tener un fuerte contenido de naturaleza bélica, y por consiguiente, la música se escuchaba bajo la condición de una marcha con rasgos militaristas. Interpretada de esta manera, durante el festejo taurino era considerada como un elemento fundamental que facilitaba elevar la moral y el espíritu de combate, del torero frente al toro.
DURANTE LA FAENA.
Viene siendo una norma de uso común, que la banda taurina amenice la faena del diestro durante la lidia ejecutada por el torero en el ruedo de la plaza de toros. Y en algunos cosos taurinos, es posible que la música suene, ante la más mínima petición del público asistente.
Por otro lado, existen plazas de toros como Las Ventas de Madrid, que prefieren la participación oral de los oles, en lugar del ritmo musical. Los aficionados que hacen acto de presencia en la llamada Catedral de la Tauromaquia, proclaman con entusiasmo la melodía cadenciosa de estos oles, por considerarlos de mayor sentimiento y autenticidad.
Últimamente en otras plazas de toros, se ha venido cambiando la referida expresión por la exclamación de: Bi...en...! Moda objeto de crítica, al estimarse que resta sabor típico a la corrida de toros.
La música taurina por excelencia, es el pasodoble, cuyos acordes se prestan para enaltecer las virtudes que glorifican al torero, en la gesta cumbre de su trasteo. Es por ello que a cada matador, le gusta tener su pasodoble. Bien conocidos son: Gallito, Manolete,Curro Romero, Marcial eres el más grande, Dauder, Vito, El Cordobés, Domingo Ortega, Joselito Bienvenida, César Girón, César Rincón y otros.
FINAL DE LA FAENA.
Generalmente ya finalizado el festejo, cuando las mulillas retiran al astado del ruedo, para despedir con alegría la conclusión de la lidia respectiva, vuelve la banda de la plaza con su melodiosa armonía, a impregnar totalmente el recinto del coso taurino, con unos acordes musicales capaz de llamar la atención de todos los aficionados presentes en la corrida de toros.
Así termina lo que José Bergamín llega a denominar “La música callada del toreo”, o sinfonía que brota del alma del torero, producto de la inspiración que exterioriza, en el instante supremo de la triunfal ejecución de su faena.
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