Manipulación religiosa

La manipulación religiosa es puesta en práctica por quien se hacen llamar Pastor de la Iglesia en una localidad andina de Venezuela (Foto: http://trvckito.blogspot.com)

por: Por: Giovanni Cegarra

Lo que ahora leerán no es inventado, no es ciencia ficción, no es sacado de la imaginación, es la real verdad de un caso patético de manipulación religiosa mediática puesta en práctica, de manera por demás insensata, irresponsable y en desmérito de la idiosincrasia, tradición, costumbre de un pueblo, por parte de quien se dice es Pastor de una Iglesia.

Tiene escenario la manipulación religiosa mediática en una localidad andina venezolana de arraigada tradición taurina, que se prepara para sus Ferias y Fiestas Patronales en la que el periplo taurino está incluido desde los cimientos de la organización ferial por demás tradicional, en la que en algunas oportunidades, el espectáculo taurino ha coincidido con la Festividad de la Patrona del pueblo, desarrollándose sin mayor contratiempo, en común acuerdo para beneficio de la Feria, del pueblo, de quienes visitaban la comunidad por tal ocasión.

Hoy por hoy, en esta localidad andina venezolana, ha sucedido lo controversial, la falta de seriedad por parte del representante de la Iglesia, quien deja de lado su labor pastoral para hacer ver su parte personalista irracional, antitaurina, en contra de la idiosincrasia del pueblo, manipulando la feligresía a su antojo porque este año, el Día de La Patrona coincidió con la realización de un espectáculo taurino, saliéndose con la suya de manera poco decente e imperdonable en quien se dice es Servidor de Dios.

¿Por qué tildo de insensato manipulador religioso mediático a este Pastor de la Iglesia? He aquí las razones. Tras ponerse de acuerdo con el Empresario Taurino para que se diese el espectáculo taurino el Día de La Patrona, en hora que no interfiriera en la Procesión Religiosa, fueron impresos los afiches taurinos, se grabó la publicidad correspondiente y de la noche a la mañana, el Párroco cambió las señas de un momento a otro, al extremo que en el Sermón de una Misa Dominical, la del tres de julio para ser más exactos, preguntó a la feligresía cuantos irían al espectáculo taurino y por supuesto, nadie respondió, quizás por respeto o por "nagueros de Iglesia" como hubiese dicho mi difunto padre y hasta dijo que lo habían acusado con el Arzobispo y eso no le importaba.

No todo quedó allí.

El muy estimado fervoroso Cura Párroco amenazó a la feligresía, al pueblo al que sirve supuestamente como Pastor Católico, "que sí el espectáculo taurino se realizaba el Día de la Patrona él renunciaría a la Parroquia y se iría" y lógicamente, el pueblo se asustó y alarmó, la Autoridad Municipal se rajó y ordenó cambiar el día del espectáculo taurino que coincidía con el Día de La Patrona, en un acción carente de seriedad gerencial por demás insensata e ilógica, para complacer al humilde Servidor de la Iglesia.

Sí la Iglesia se ofende con esto, mil perdones, no todos sus miembros son como el que hoy describimos, siempre la he respetado en su esencia pero no es tolerable como el caso que ahora tocamos, no  ataco ni critico destructivamente por si pudiesen tomarlo así, no es mi estilo, pero no concibo que un Pastor de la Iglesia manipule a un pueblo a su antojo porque sí bien es cierto que se respeta el Día de la Santa Patrona, también es cierto que en estos tiempos existe el diálogo, la comprensión, la convivencia ciudadana, para llegar a acuerdos que favorezcan a las partes involucradas pero no se puede jugar con amenazas ni manipulaciones fuera de lo común y más si viene la actitud de quién es representante de la Iglesia.

Amenazas por parte del cura de almas de "dejar la parroquia" hicieron que la feligresía y la autoridad municipal se rajaran, con el consiguiente cambio de fecha del espectáculo taurino (Foto: http://caminosdetinta.blogspot.com)

Así lo creo, lo escribo, espero lo entiendan, ya que en una Feria y Fiesta Patronal hay espacios para compartir de todos los gustos, pero no es aceptable que se use lo religioso para manipular a una comunidad en contra de un espectáculo, sea cual fuese su especie y género, que en nada lesiona el fervor católico, por el contrario, lo incentiva, aparte de que por años ha contribuido al incremento del sector económico, cultural y turístico de la comunidad en general.

"Lo del cura para la Iglesia" reza el dicho, lo demás es cuento.