Concejales de la Cámara Municipal del Libertador publicaron una especie de Comunicado, en un Diario de circulación regional, titulado MANIFIESTO CONTRA LA TORTURA ANIMAL.
Al Filo de La Verdad
por: Lic. Giovanni Cegarra - CNP. 2229
El petardo lo han pegado en la ciudad de Mérida (Venezuela), los Señores Concejales de la Cámara Municipal del Libertador a través de una especie de Comunicado fuera de serie, de lógica, con un marcado ribete político incoherente, sin firma ni logo de identificación, publicado en un Diario de circulación regional titulado MANIFIESTO CONTRA LA TORTURA ANIMAL.
En tal Manifiesto que repito no tiene firma alguna pues fueron cobardes en ello, los Señores Concejales de Mérida, expresan su desacuerdo con el Alcalde de la ciudad por haber decretado las Corridas de Toros y Tardes de Toros coleados como Patrimonio Histórico, Cultural y Artístico del Municipio Libertador, señalando que las "corridas de toros y toros coleados constituyen una tortura", que "no se ha comprendido que significa acribillar un animal despiadadamente"; y que yo sepa, a los toros no se le cae a tiros en una Plaza de Toros; se le lidia, se le torea dignamente, se permite que se defienda como animal de casta que es, con su gallardo embiste, para lo que nace, crece, se reproduce y muere.
Otra de las voladas y argumentos en su petardo municipal, los Señores Concejales expresan en su manifiesto "en una corrida de toros, el llamado toro bravo, no es bravo, no es una fiera agresiva, sino un apacible rumiante, más proclive a la huida que al ataque, el animal entra al ruedo, se golpea, agota todas sus energías dando vueltas, es afrontado por varios hombres, como el picador y el banderillista;...qué espectáculo cruel y bárbaro"... jejejeje, me gustaría que tuvieran uno en el patio trasero de sus casas.
Pena ajena dan estos Señores Concejales con su desconocimiento de causa, en el Manifiesto que no tuvieron la valentía y coraje de firmar; un don y gallardía que sí tienen los toreros y que a ellos les falta por los cuatro costados. Demostraron que son los propios borregos de los llamados "ambientalistas" a quienes, según las palabras del Secretario de la Cämara Municipal, "es que estamos apoyando a los ambientalistas"; pero qué cosas no?, en tiempos de Feria del Sol, del Carnaval Taurino de América, los Concejales de Mérida andan como locos tras las entradas de cortesía, el pase que les permita ver gratis la corrida de toros... y ¿entonces?.
En este apoyo a los ambientalistas de Mérida, los que nos adversan con argumentos sin fundamento, que por cierto nada aportan en bien del desarrollo de la ciudad en el campo ambiental y que están respaldados por personas extranjeras que deberían tomar sus maletitas y su rayada musiquita e irse a su país de origen. Los Señores Concejales olvidan que por concepto de las actividades que se desarrollan en Mérida en la Feria del Sol, por el Carnaval Taurino de América, se impulsa la industria del turismo, se incrementa la actividad económica, ingresan a las arcas del Municipio más 500 mil bolívares fuertes por concepto de impuestos, sin olvidar lo que les ingresa a los posaderos, hoteleros, restaurantes, al colectivo merideño que busca aumentar su presupuesto familiar con la venta de comida, chucherías, refrescos y bebidas espirituosas, souvenirs en los tiempos de feria que sumado a lo que generan las corridas de toros, casi supera los 60 millones bolívares fuertes y este ingreso ¿acaso aportan todo esto los llamados ambientalistas?.
Olvidaron asimismo, los Señores Concejales del Municipio Libertador del Estado Mérida, que la Feria del Sol junto a otras cuatro del interior del país, por Resolución del Ministerio del Poder Popular para el Turismo fue decretada como Prestadora de Servicio Turístico, publicado en la Gaceta de la República Bolivariana de Venezuela, No. 39.130, de fecha tres de marzo de 2009.
Desfasados totalmente han quedado los Señores Concejales de la Cámara Municipal del Libertador en Mérida (Venezuela). Actuaron inconscientemente, se dejaron llevar por los enemigos del arte y cultura, por los enemigos de la ciudad, quienes disfrazados como "ambientalistas" irrespetan la idiosincrasia de un pueblo que les acobija sin distingos de clase y posición, pretendiendo imponer su prestada ideología irrespetando la del colectivo merideño que tiene derecho a disfrutar de lo que le gusta y respeta la de los demás.
Respeten para que los respeten. Errar es de humanos; y de sabios reconocerlo.
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